sábado, 28 de septiembre de 2013

Patrón trabajo vs Socialismo científico, dinero fiat



En los países capitalistas, si no había dinero, todo el trabajo se paralizaba. Por ejemplo, la crisis del 29 se generó porque los capitalistas de Wall Street cerraron el grifo del crédito y luego crearon un gran pánico especulativo. En el capitalismo, si el dinero escasea, da igual que haya obreros cualificados o fábricas en perfecto estado de funcionamiento: la economía no funciona. Esto subordina la economía a la política monetaria y financiera, es decir, a los que controlan el grifo del crédito: bancos centrales y privados, los verdaderos propietarios de la moneda. Sólo cuando los bancos quieren, empieza a fluir el capital y éste reactiva la economía. En la economía Nacional Socialista (socialismo trabajista) era al revés. Aquí no ha pasado nada, que las fáricas funcionen, que los obreros trabajen y a fin de mes son retribuidos económicamente con el único fin de facilitarles que puedan intercambiar el sudor de su frente y la riqueza creada por otros bienes y servicios producidos por compatriotas suyos. En el primer caso, son los banqueros y los mercados los que controlan la emisión de moneda. En el segundo caso, son los trabajadores y el Estado los que controlan la emisión de moneda. Tanto produces, tanto dinero generas.

El III Reich no creaba dinero para financiar obras. El III Reich directamente se ponía a trabajar en las obras, emitiendo dinero a medida que la obra era completada. El dinero se emitía para pagar al trabajador. No se necesitaba dinero para trabajar. El dinero era una consecuencia del trabajo, no de la impresora.

¿Porqué el capitalismo se opuso al Tercer Reich?

1- Los alemanes abolieron el interés del dinero.
2- Los alemanes abolieron el patrón-oro y se pasaron al patrón-trabajo.
3- Los alemanes abolieron el dinero-fiat creado de la nada. El nuevo Reichsmark estaba respaldado por trabajo productivo, por ende, de un bien o servicio susceptible de ser comprado o de dar beneficios. En otras palabras, el dinero estaba respaldado por un activo REAL y por un trozo REAL de un PIB REAL, no por "la confianza de los mercados", ni por una deuda.
Un banco puede prestar dinero sin interés. El banco central de Alemania, es decir, el equivalente a la Reserva Federal hoy en día para EEUU, se llamaba Reichsbank y creaba dinero libre de deuda y de interés, que representaba un trabajo realizado y que era propiedad del poseedor de dicho trabajo, no del banco. Hoy, todo el dinero que existe es propiedad del banco, no representa un trabajo sino una deuda o una maniobra especulativa y encima esa deuda es a interés. Eso condena al sistema económico a seguir creando dinero indefinidamente, con el verdadero objetivo de concentrar cada vez más riquezas y medios de producción en menos manos.

Alemania durante el tercer Reich era socialista por lo que se entiende hoy en día por socialismo: "el beneficio de la colectividad está por encima del interés particular, el bienestar del Pueblo es más importante que las ambiciones materialistas de unos cuantos". El Estado DEBERÍA ser como una gran tribu. Quien no sabe vivir en tribu (y en una tribu el individuo tampoco es nada), no sabrá vivir en Estado, y ni siquiera comprenderá el mismo concepto del Estado.

Ahora se imprime dinero sin ningún criterio claro, simplemente "los mercados" abren y cierran el grifo del crédito según esté "la confianza". Durante la época del Tercer Reich, el resto del mundo imprimía dinero como contrapartida al oro. Los Nacional Socialistas dijeron: hay muchos activos además del oro, y el trabajo es un activo en sí mismo. Quien trabaja debe ser pagado, y si no hay dinero para pagarle, pues se crea. Antes, naturalmente, había que salirse del sistema monetario anterior.

El patrón-trabajo es el modo más eficaz de saltarse los mecanismos de aquellos que emplean la emisión de dinero como herramienta de dominación y del trabajo ajeno. El dinero no tiene valor por sí mismo, sólo es un bono por trabajo efectuado, una mera herramienta para facilitar el intercambio de trabajo, bienes y servicios. Nadie puede ponerse a crear dinero al gusto si ese dinero no representa operaciones comerciales susceptibles de ser realizadas o una riqueza real creada.

Este sistema no es novedad: Benjamin Franklin había explicado exactamente lo mismo con respecto a las colonial scriptures, es decir, que simplemente había que crear dinero para regular el flujo de bienes y servicios reales y existentes. Y este dinero, naturalmente, debía estar libre de interés y de deuda, ya que estaba respaldado por bienes y servicios y, por tanto, por el sudor de quien había creado dichos bienes y servicios. El oro no es necesario, se puede respaldar una moneda con infinidad de activos además del oro.

Alemania no pedía prestado el dinero, lo creaba ella misma a partir de trabajo productivo realizado, que es como debería funcionar una economía mínimamente sana.

Si el Estado crea dinero para pagar a un trabajador que produce algo, no tiene por qué, ese aumento de la masa monetaria, repercutir en un aumento de la inflación ya que también se han aumentado en la misma medida los bienes disponibles por lo producido por este.

Mientras el dinero esté respaldado por un activo tangible, no hay inflación. Decían los marxistas que los factores productivos eran TIERRA (recursos, materias primas, terrenos, ladrillos, palas, etc.), TRABAJO (trabajadores de la cualificación necesaria, obras que necesitan hacerse) y CAPITAL (dinero). Según esta filosofía, da igual que haya tierra y trabajo (es decir, trabajadores, medios de producción, etc.), que si no hay dinero, los trabajadores se quedan en paro y las obras se quedan sin hacerse, o los productos sin distribuir, etc. Esto es un crimen que condiciona el funcionamiento de la economía a la disponibilidad de dinero, que a su vez depende de los únicos que, hoy en día, están capacitados para crear dinero: los bancos usureros. Si el banco usurero se niega a soltar dinero, o decide mandarlo a China, la economía del país se hunde. Y sin embargo, hay trabajadores de sobra (5 millones de parados) y trabajos que necesitan hacerse. Por eso se le llama capitalismo: porque sin CAPITAL, la economía no funciona. Aceptando esta aberración, los marxistas aceptan de facto las premisas del capitalismo, según la cual la economía sólo florece si es regada con capital, y que el trabajo es una mera consecuencia de ese capital divino que cae cual maná de la nada.

La otra opción es la contraria: se pone a todo el mundo a trabajar en cosas necesarias, en trabajo productivo del bueno. Si no hay fábricas porque se han ido a Marruecos o a China, se construyen nuevas fábricas. Se pone a la gente a barrer la calle, a demoler edificios vacíos, etc. Y luego, simplemente, se les paga. En este sistema, el protagonista desencadenante y catalizador del ciclo económico no es el dinero (o quienes controlan su emisión), sino los trabajadores, de cuyo trabajo depende la inyección de capital. Ahora el capital es una mera consecuencia del trabajo. Si no se trabaja ni se hace nada productivo, no hay dinero. Así se despoja a los parásitos financieros de su verdadera y única arma de dominación sobre los pueblos del mundo.

En el III Reich, se hacían obras públicas, se pagaban con "Certificados de Trabajo de la Tesorería" emitidos por el Reichsbank, que acreditaban que tú habías trabajado por valor de tanto, y luego el trabajador de turno se lo gastaba por ahí, reactivando todo el ciclo económico. Los Nacional-Socialistas no jugaban cuando decían "arbeit macht frei", o "El trabajo libera", porque el trabajo (por tanto el hombre), no el dinero (por tanto el usurero), se convirtió en el eje de la vida económica.

El dinero sólo es un medio para facilitar el intercambio de bienes y servicios entre productores y consumidores. No tiene valor por sí mismo. Sólo tiene valor cuando representa algo susceptible de ser comprado. Cuando no representa más que la codicia y las mentiras de una mafia de usureros refugiados en la idea de "los mercados", ya no es dinero, sino deuda, o mejor dicho, moneda falsa, y deja de tener validez, ya que se convierte en un concepto psicotrópico según el cual, en la teoría, el dinero engendra más dinero y, en la práctica, el trabajador (da igual que sea ingeniero de alto nivel o payaso del McDonald's) se empobrece cada vez más mientras el banquero (y los grupos que se benefician primero de las "inyecciones de capital", especialmente multinacionales y más bancos) se enriquece cada vez más.

La URSS cambió radicalmente el sistema económico, pero el sistema financiero seguía siendo el mismo: el trabajo dependía del dinero. El III Reich hizo al revés, el sistema económico no sufrió modificaciones muy radicales, pero el sistema financiero fue subvertido de pies a cabeza: sólo el trabajo era susceptible de crear riqueza (por ende dinero, ya que el dinero tiene que representar una riqueza real).

Obviamente, para que el sistema del patrón-trabajo sirva, se tiene que abandonar la moneda anterior, ya que en caso contrario, sí que habría una inflación al acumularse las nuevas emisiones de dinero sobre las antiguas.

¿Qué pasaría si hoy en día un Estado adoptase este proceder económico? No se sabe. El último en hacerlo fue Alemania y ya se sabe cómo acabó. Lo que sí sabemos es que los que hacen experimentos financieros "raros" (De Gaulle, Saddam Hussein, Gadafi) se indisponen con la finanza internacional, que es la que realmente maneja el percal en el mundo.

Compendio de citas de NT (pseudónimo del autor), escritor y analista experto en geopolítica, historia humana, antropología y economía.



7 comentarios:

  1. En el Marxismo, el Capital como termino no se refiere al dinero, se refiere principalmente a los medios de producción...
    Pese a ello, buen artículo para entender el patrón-trabajo. Un saludo.

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  2. Lo mejor sobre economía. Si esto lo supieramos todos.la mayoría viviríamos mejor.

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  3. ¿Se podría aplicar hoy? En paises subdesarrollados.

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  4. Aquí estos complementos:
    https://www.youtube.com/watch?v=Fsbk-GAnpYs&t=126s

    https://www.youtube.com/watch?v=1OvjwREAdrk

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  5. La naturaleza y el trabajo es el origen de la riqueza segun el marxismo, no el capital o dinero

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