sábado, 28 de septiembre de 2013

Frente de Trabajo

Lo mismo que en la URSS y que en la Italia fascista, fue prohibida la huelga, y como los sindicatos fueron disueltos, el obrero quedó sin intermediarios frente al Estado, que intervenía como árbitro en caso de conflictos laborales. El Estado intervenía para aconsejar o reemplazar las insuficiencias en el material agrícola e industrial. No se produjo ninguna resistencia obrera y los socialistas se adhirieron en masa al régimen. El Frente del Trabajo, creado en mayo de 1933, había reunido 25 millones de afiliados, que formaban un bloque único dividido en secciones administrativas.

Los jefes del Frente del Trabajo eran los jefes del patrono. El obrero estaba al servicio del patrono quien era su líder. No existía representación obrera y el salario se fijaba de acuerdo con el trabajo realizado. El descanso del obrero estaba reglamentado y organizado por un servicio especial llamado Kraft durch Freude (La Fuerza por la Alegría), la lucha social se hallaba así absorbida dentro de un órgano social. En cierto modo, el obrero se convertía en soldado y guerrero, y en lugar de concentrar esa fuerza de lucha para combatirse entre las clases sociales, como en el marxismo, se concentraba para luchar en unidad por un proyecto de nación.

Deutsche Arbeitsfront

Antecedentes

Además del problema de la procuración de trabajo, el Gobierno nacionalsocialista de Adolf Hitler tuvo que cuidar de la organización de los obreros. De la misma manera que el pueblo alemán estaba dividido políticamente en innumerables partidos y grupos, así también, el 30 de enero de 1933, dominaba en la clase obrera un caos de asociaciones profesionales y económicas de toda clase, forma legal y proporciones. La situación era precisamente opuesta a la idea nacionalsocialista de unidad y comunidad del pueblo. Se logró la unificación, y gracias a ella la mejor organización de los obreros que se imponía por razones de poder político, ya que todavía al cabo de tres meses de gobierno nacionalsocialista las asociaciones obreras, como único instrumento, se encontraban en manos del enemigo.

A mediados de abril de 1933 el Dr. Robert Ley, jefe de la organización obrera del Partido, recibió el encargo del Führer de preparar todo lo necesario para hacerse cargo de las asociaciones obreras. Hitler quiso fijar la fecha definitiva de la entrega con muy poca anticipación antes de que se efectuara. El Dr. Ley tomó sus medidas con toda discreción; el 30 de abril el Führer comunicó que la entrega de las asociaciones obreras debía tener lugar el 2 de mayo , al día siguiente de la fiesta nacional del Trabajo. Fueron enviados emisarios que comunicaron esta fecha a las oficinas del Partido. El 1.º de mayo tuvo lugar en Berlín una de las mayores y más trascendentales manifestaciones populares de todos los tiempos. A las 9 de la mañana se reunieron el Lustgarten, ante el palacio imperial, 120.000 jóvenes vestidos con los diferentes uniformes y portando sus banderas con la cruz gamada para oír el discurso del Ministro de Propaganda, Dr. Joseph Goebbels. Con voz potente el ministro proclamó que el pueblo alemán, por primera vez honraba en ese día el trabajo de todas las clases y profesiones; en tiempos anteriores han explotado bombas y se han oído en las calles los cánticos de odio y de lucha de clases. Por el contrario, el 1.º de mayo del primer año del gobierno de Hitler, el pueblo entero se agrupa en un acto de fe hacia el Estado, el pueblo y la Nación alemana. La lucha de clases ha dejado de existir y de las ruinas del Estado liberal capitalista, que se ha desmoronado, se levanta la idea de una verdadera comunidad del pueblo.

Por la tarde las masas de obreros, procedentes de todos los barrios de Berlín, en diez columnas de 100.000 hombres, cada una, marcharon hacia el aeródromo de Tempelhof, en el cual se habían alzado tres enormes tribunas con seis series de altavoces y más de 100 aparatos.

Las diez columnas, formando una estrella, escucharon el discurso de Adolf Hitler que duró una hora, despertando el entusiasmo de más de millón y medio de personas que acudieron al aeródromo para verle y escucharle.

Hitler proclamó como primer deber para el restablecimiento de la salud nacional que aprendieran a entenderse de nuevo y encontrarse mutuamente los millones de alemanes separados unos de otros por clases, artificialmente creadas, y obstinados por el prejuicio de castas y por la psicosis de sus diferencias. La consigna del día debe ser: "Honrad el trabajo y respetad al trabajador". El respeto no depende de la naturaleza del trabajo sino de la manera de ejecutarlo. Obreros, campesinos y burgueses deben formar una sola comunidad. Del día más hermoso de la primavera no se puede hacer un símbolo de lucha y de descomposición y con ello de la ruina de un pueblo, sino un símbolo del trabajo creador, de la confraternidad y con esto del resurgimiento del pueblo.

Programa


Como fines inmediatos del gobierno el Canciller señaló:

1.º La lucha para que la nueva ideología y la nueva fe política se incorporen al espíritu del pueblo alemán entero.

2.º Despertar de nuevo en el pueblo el sentimiento del deber y de la propia conciencia y aumentarlo constantemente. En el pasado se han cultivado artificialmente los complejos de inferioridad. Actualmente, quizá, se podrá oprimir a la nación pero no humillarla. Alemania y los alemanes no deben ser considerados como de segunda clase.

3.º El Servicio del trabajo obligatorio impondrá a todos el trabajo manual, siquiera una vez, para que así tengan ocasión de conocerlo y se acostumbren a la obediencia. El Servicio del trabajo obligatorio no es ningún ataque contra el trabajo, sino contra el prejuicio de que el trabajo manual sea una afrenta. El marxismo será eliminado no solo exteriormente, sino que además habrá que privarle de sus bases, a las cuales pertenece la presunción. La idea ya se realizará este año, y al cabo de cuarenta años más las palabras trabajo y trabajo manual habrán cambiado de sentido elevándose su estimación de la misma manera que la palabra "mercenario" se ha convertido en la de soldado.

4.º Otra de las grandes tareas es liberar la iniciativa creadora de los efectos fatales causados por las decisiones mayoritarias, no solo en el Parlamento sino también en la economía. Esta no puede prosperar sin la síntesis del espíritu creador y de las obligaciones frente al pueblo entero. Por tanto a los contratos se les dará el sentido que les corresponde. El hombre no vive para los contratos sino que estos deben facilitar la vida del hombre.

5.º En este año el Gobierno dedicará todos sus esfuerzos a cubrir la primera etapa en el camino de un sistema económico orgánicamente dirigido. Es un axioma fundamental el de que no puede haber ningún progreso sin que comience el campesino, que es la raíz de la vida económica, racial y nacional. De aquí parte el camino hacia el obrero y luego hacia la vida intelectual. Durante 14 años se ha hecho todo lo contrario y en consecuencia no se ayudó a ciudades, obreros y clase media. Todos no conocieron más que la ruina y la miseria.

6.º La eliminación del paro forzoso mediante la procuración de trabajo se divide en dos grupos: el trabajo privado por medio de la renovación y reparación de las casas y, sobre todo, por un llamamiento al pueblo alemán entero. El problema de la procuración de trabajo no caerá resuelto del cielo, sino que cada uno debe colaborar con inteligencia y confianza según el radio de su acción. Todo el mundo tiene el deber, no de titubear y esperar, sino de hacer lo que esté en sus manos. Por parte del poder público la procuración de trabajo se realizará en primer lugar por medio del gigantesco programa de las nuevas construcciones de carreteras. Se comenzará en grande, suprimiendo los obstáculos que se encuentren en el camino y por medio de una serie de trabajos públicos se contribuirá a disminuir el número de obreros parados.

7.º Contra el insostenible estado actual del régimen de intereses se tomarán las medidas necesarias.

8.º Se realizará una política comercial que asegure la continuidad de la producción sin que ponga en peligro la agricultura alemana.

El Canciller terminó aludiendo a las dificultades que ofrecen los problemas expuestos y haciendo notar que nada se consigue si no se aplica el esfuerzo necesario. Tan difícil como hasta aquí ha sido el camino en los 14 años transcurridos, lo será también el porvenir. Si el mundo es hostil a Alemania tanto más obligará esto a la constitución de una unidad nacional. La demanda de igualdad de derechos jamás podrá ser abandonada por el pueblo. El discurso del Führer terminó invocando la bendición de Dios.

Con grandiosos fuegos artificiales se acabó el programa del día. En toda Alemania se celebraron manifestaciones y fiestas en honor del día nacional del trabajo. 


Los sindicatos


Así estaba preparado psicológicamente el terreno para hacerse cargo de las asociaciones obreras; con la velocidad del rayo, el 2 de mayo a las 10 de la mañana, fueron ocupados por las secciones SA los locales de los sindicatos obreros en toda Alemania y las federaciones libres pasaron a poder de un "comité ejecutivo para la procuración del trabajo alemán", organizado por el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP). A las 11 se había terminado la acción sin el menor incidente. "Se diría -contaba el Dr. Ley- que los jefes marxistas de las federaciones libres hubiesen respirado al ver que por fin el NSDAP les aliviaría de una pesada carga tomando en lo sucesivo la responsabilidad de la dirección de los obreros".

El mismo día las corporaciones cristianas de obreros se pusieron a la disposición espontáneamente. Al día siguiente fueron incorporadas las restantes asociaciones obreras de modo tal que ya el 4 de mayo el Dr. Robert Ley pudo anunciar al Führer que todas las asociaciones obreras y de empleados, que ascendían a 169, habían pasado a engrosar las filas del Partido.

El estado de las federaciones obreras, escrito por testigos oculares, era desconsolador. Los asociados habían perdido ya toda su confianza en ellos; de unos 15 millones de trabajadores apenas había 5 organizados en sindicatos. El ingreso de las cuotas era deplorable; el aparato administrativo no correspondía a este estado de cosas sino que era ten extenso y excesivo como si estuviera en los mejores tiempos de las asociaciones, hacia el año de 1920, de donde resultaba un enorme déficit financiero. Solo la unión de servicios públicos, una de las mejores y más grandes asociaciones obreras, tenía 3 millones de deudas bancarias con un interés de 10 % anual. en consecuencia, las asociaciones no podían cumplir sus compromisos. La corrupción reinaba también aquí; si se hubieran llevado a los tribunales todos los casos que entraban en la esfera de la justicia, los tribunales hubieran tenido labor para años. A pesar de la dificultad de una comprobación exacta de los libros se pudo demostrar malversación de fondos por valor de unos 600.000 marcos durante los últimos meses. Bancarrota financiera, ruina espiritual, desesperación y mala conciencia eran los signos característicos de las organizaciones obreras de Alemania, ¡en otro tiempo tan orgullosas! ...


El Frente del Trabajo Alemán


El 10 de mayo de 1933, en el Consejo de Estado prusiano, tuvo lugar el primer Congreso de Trabajadores Alemanes. A continuación se verificó la solemne fundación del Deutsche Arbeitsfront (Frente del Trabajo Alemán), haciéndose cargo el Dr. Robert Ley de la dirección de la nueva organización. De la multitud de las antiguas asociaciones profesionales surgieron la Unión general de trabajadores alemanes y la Unión General de Empleados. La clase patronal, por su parte, se adhirió más tarde a esta organización y así pudo, por último, decirse con toda justicia que la DAF es la "agrupación de todos los alemanes trabajadores sin distinción de su posición social o económica".

Esta grandiosa agrupación se agregó en 1935 al NSDAP en calidad de miembro asociado. Como mientras tanto, una "organización de la economía industrial" se ocupaba ya en los asuntos de política económica de las distintas empresas industriales, para evitar de antemano las contradicciones que pudieran surgir como consecuencia de su actuación, el Ministro del Trabajo Franz Seldte, el Ministro de Economía Dr. Hjalmar Schacht y el Dr. Robert Ley se reunieron en Leipzig acordando la incorporación de la "Organización de la Economía industrial" al Frente alemán del Trabajo, sin que por ello perdiera su autonomía. Como órgano consultivo fue designado el Consejo del Trabajo y de la Economía, con consejos en los distintos distritos del Reich, alrededor de 3.000 comisiones locales de Trabajo, como órganos inferiores de la colaboración común.

En el decreto del 24 de octubre de 1934, el Führer señaló la importancia y los fines del Frente alemán del Trabajo. "El Frente alemán del Trabajo -así dice el decreto- es la organización de los alemanes trabajadores manuales e intelectuales. En el están agrupados sobre todo los afiliados a las antiguas asociaciones obreras y de empleados así como los de las asociaciones patronales, en calidad de miembros con igualdad de derechos ..." La misión del DAF es la formación de una verdadera comunidad nacional y de trabajo de todos los alemanes, tiene que cuidar por que cada uno ocupe su puesto en la vida económica de la nación, en el estado intelectual y físico que le capacita para dar su mayor rendimiento y así garantizar el mayor provecho para la comunidad del pueblo ... El DAF tiene que asegurar la paz del trabajo de modo tal que en los patronos se encuentre la necesaria comprensión para atender las demandas justificadas de sus obreros y en estos, a su vez, la necesaria comprensión para darse cuenta de la situación y de las posibilidades de la empresa en que trabaja ... El DAF tiene por misión encontrar el necesario equilibrio entre los intereses justos de todos los participantes, que corresponda a los principios fundamentales del nacionalsocialismo y limite los casos que según la ley del 20 de enero de 1934 "sobre la reglamentación del trabajo nacional" hayan de ser sometidos a la decisión de los órganos competentes del Estado ... El DAF es el exponente de la comunidad nacionalsocialista Fuerza por la alegría y tiene que cuidar de la instrucción profesional ...

Gracias a la institución de la autoayuda del Frente alemán del Trabajo, cada uno de sus miembros tiene garantizada su existencia en caso de necesidad, igualmente debe servir para facilitar a los compatriotas capacitados su ascenso social o para apoyarles en la creación de una vida independiente, a ser posible en suelo de su propiedad.

La misión conferida por el Führer al Frente alemán del Trabajo, como se ve, es de carácter social, pedagógico y político. El DAF debe educar a todos los alemanes en la ideología nacionalsocialista, proteger los derechos sociales de sus asociados y garantizar la paz económica. Además, debe crear instituciones auxiliares para sus miembros, fomentar su enseñanza profesional y vigilar los servicios destinados a organizar el descanso durante el tiempo libre y las vacaciones de los obreros.

Para un observador extranjero es sorprendente como este organismo pudo fusionar a tipos tan distintos de alemanes en un espíritu único de camaradería y de comunidad de pueblo. En él los trabajadores dan forma a sus demandas sociales y organizan su posición social. Mas sorprendente es todavía que bajo la misma bandera -en el sentido real y figurado de la palabra- marchen juntos los trabajadores manuales e intelectuales, los patronos y los obreros. La lucha de clases, que antes era la base de la doctrina que entonces dominaba en Alemania y que todavía hoy es soberana en muchos países, fue eliminada de un golpe. Los campesinos y los funcionarios poseen sus propias organizaciones.

Hablando una vez con el Dr. Robert Ley, el enérgico y genial jefe del Frente alemán del Trabajo, le pregunté como había sido posible este éxito tan rápido. Impulsivo, me respondió sonriente: "¿Quiere Vd. conocer la receta? Es muy sencilla; hela aquí: ¡Adolf Hitler! ..."


Organización


El Frente alemán del Trabajo se divide según puntos de vista de orden regional y profesional. A los de orden regional corresponde la organización del NSDAP en departamentos con un inspector departamental, en distritos bajo la dirección de un jefe de distrito, y en localidades con un inspector local. Los principales auxiliares de estos jefes e inspectores son los jefes de fábrica y los representantes del Partido y del Frente alemán del Trabajo en las empresas respectivas. finalmente los jefes de célula y de manzanas de casas son las bases del enorme edificio.

En la división por profesiones, la administración central representa la autoridad superior. A ella están subordinados todos los negociados del DAF, por ejemplo, las oficinas de derecho, persona, organización, prensa, instrucción, asuntos sociales, propaganda, higiene, educación profesional y técnica, asesoramiento jurídico, juventud, mujeres, hogares familiares, economía, subsidios y tecnología. Junto a estos negociados nacionales se hallan 18 oficinas profesionales o gremiales en estrecha colaboración con el negociado de Organización; estas llevan las siguientes denominaciones: 1.º Productos alimenticios, 2.º Textil, 3.º Confección, 4.º Construcción, 5.º Madera, 6.º Hierros y metales, 7.º Química, 8.º Imprenta, 9,º Papel, 10.º Comunicaciones y Servicios públicos, 11.º Minas, 12.º Banca y Seguros, 13.º Profesiones liberales, 14.º Agricultura, 15.º Cueros, 16.º Canteras, 17.º Comercio, 18.º El artesanado alemán. Ellas a su vez se subdividen en departamentos gremiales.

Una descripción más detallada del Frente alemán del Trabajo rebasaría los límites de este libro; lo que acabamos de citar bastará para dar al lector una idea de esta organización que, por la multiplicidad de sus funciones y lo enorme de su campo de acción, no tiene igual en el mundo.

Para terminar, algunas cifras y datos: A pesar de que las cuotas mensuales, recaudadas por las antiguas obreras marxistas han sido reducidas de 3,60 a 1,52 marcos por término medio, el DAF, con más de 20 millones de miembros (incluyendo los corporativos tiene un ingreso total de cuotas de 384 millones de marcos al año, en lugar de los 120 millones de la antigua Unión general de sindicatos alemanes. Las obligaciones de los sindicatos con respecto a sus antiguos miembros las ha tomado en toda su extensión el Frente alemán del Trabajo. Continúa pagando no solo las rentas de invalidez, vejez, paro forzoso y los gastos de defunción, sino que además ha abonado todas las pagas que los sindicatos habían retenido en sus últimos años. Los subsidios concedidos por el Frente alemán del Trabajo desde la toma del poder importan 328 millones de marcos.

La Unión general de sindicatos alemanes comprendía bajo el concepto de "subsidios" no solo los pagos en metálico a los miembros, sino también todos sus desembolsos e incluso los gastos de administración relativos a dichos subsidios y demás servicios. Así resulta que la Unión pagó en el año de 1930: 123,5 millones de marcos, mientras que el DAF solo por subsidios desembolsó la suma arriba mencionada.

Además de esto, el DAF contribuyó con 5,5 millones de marcos a la Obra de Auxilio de invierno y sus empleados con más de 850.000 marcos, En los años 1936 y 1937 respectivamente, las colectas callejeras con la ayuda de 2 millones de colaboradores y mediante la venta de unos 70 millones de insignias, produjeron una suma total de 22 millones de marcos. Los gastos del DAF en los consultorios jurídicos alcanzaron hasta ahora alrededor de 43,5 millones de marcos. El número de consultorios jurídicos es actualmente de 371; el de asesores jurídicos es de 1.300 y el de consultantes en los últimos tres años 10 millones. Los gastos generales de higiene social ascendieron a unos 13 millones de marcos. Estas cifras corresponden al bienio 1935/37.

En las competencias entre las empresas alemanas, en lo que concierne al rendimiento, han sido concedidas hasta ahora 221 distintivos de capacidad profesional y 103 empresas fueron declaradas como modelo nacionalsocialistas. En la competencia del año de 1937/38 participaron 84.000 fábricas. Los distintivos de capacidad se conceden para premiar la diligencia ejemplar en la educación profesional, en la higiene social, en los hogares y viviendas y en el fomento de la organización Fuerza por la Alegría. En el servicio dedicado al cuidado de la juventud en las fábricas cooperan 35.000 jefes de la juventud y personal auxiliar femenino. Los permisos de vacaciones eran hasta ahora de 4 a 5 días y un 45 % de la juventud no gozaba de vacaciones; actualmente, casi todos los reglamentos tarifarios establecen de 10 a 15 días de vacaciones y los reglamentos de fábricas de 12 a 18 días.

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