viernes, 11 de octubre de 2013

Industria nacional productiva vs financiera internacional especulativa

Se ha hablado mucho sobre el supuesto apoyo de industriales capitalistas a la Alemania del Tercer Reich, sin embargo se ha omitido la naturaleza de los mismos, en otras palabras, se ha omitido la diferenciación entre oligarquías financieras inernacionales y las industriales nacionales.

Si a los bolcheviques los apoyaron las oligarquías financieras internacionales, a Hitler lo apoyaron las oligarquías industriales nacionales, y no siempre. Los verdaderos y más importantes financiadores de los Nacionalsocialistas fueron:

- Aceros Krupp.
- Henry Ford.
- IG Farben. Esta empresa tenía lazos con Estados Unidos y su colaboración con los alemanes fue esencialmente de conveniencia. Los mismos aliados se abstendrían de bombardear sus fábricas durante la II Guerra Mundial a pesar de que no tenían reparos en bombardear columnas de refugiados o arrasar ciudades enteras.
- Deutsche Bank.
- Thyssen.
- Dresdner Bank.
- Kreditbank.
- Flick.
- Bosch.
- Siemens.
-Junkers.
- Rheinmetall-Borsig.

La mayoría de estas empresas (generalmente pertenecientes al ámbito industrial-nacional-productivo antes que al ámbito financiero-internacional-especulativo) comenzaron su idilio con el Nacionalsocialismo una vez llegado éste al poder en 1933 y por pura conveniencia. Muchas de estas empresas, como pasaba en toda Europa, tenían lazos con EEUU desde bastante antes del Nacionalsocialismo, y seguirían teniéndolos después del NS.

IG Farben, Siemens y el Deutsche Bank defendían la idea de Johann Gottlieb Fichte de un "Estado Comercial Cerrado" en Europa. Se apoyaban en Rudolf Hess, Dr. Schmidt y Ernst Röhm.

Thyssen, Flick, Dresdner Bank y Junkers estaban algo más vinculadas al capital americano, eran "reaccionarias" y les preocupaba la línea más izquierdista dentro del NSDAP (Strasser y el Frente Negro, buena parte de las SA, etc.). No querían saber nada de un entendimiento con Rusia y se apoyaban en Göring.

Estos bancos y empresas, de ámbito nacional, contrastan bastante con los financiadores del comunismo en la URSS, donde ya sí que aparecen nombres de tipo Rockefeller, Standard Oil, Kuhn Loeb, Lehman bros., hermanos Warburg, JP Morgan, Armand Hammer, Nya Banken, Lazard Freres, Occidental Petroleum, etc. A esta gente basada en Wall Street y la City de Londres no le convenía que en Europa surgiese un bloque económico alternativo al anglo-americano o al bolchevique, patrocinado por ellos.

Lo del Chase Bank y "Rockefeller financió a los nazis" es simplemente mentira y sensacionalismo del barato. Había empresas alemanas con lazos en EEUU. Estas empresas ya estaban ahí antes que Hitler y siguieron estando después de Hitler, y a lo largo de su existencia no hicieron más que defender sus intereses, aliándose con quien más les convenía. Ya puestos, la Standard Oil de Rockefeller le impuso a Alemania un embargo petrolero, debido a lo cual los alemanes dependían desesperadamente del petróleo de Rumanía y del Cáucaso y hasta tuvieron que desarrollar un método para fabricar petróleo sintético ellos mismos a partir de carbón (el mismo que utilizaría después la Sudáfrica apartheidista durante el embargo comercial organizado por Londres). La URSS en cambio trapichearía durante toda sus existencia con la Standard Oil (que mantuvo su pozos en Baku), Occidental Petroleum (la actual Oxy), Vacuum Oil (ahora parte de Exxon) y otros, y nunca le faltó petróleo alguno. La Anglo Persian Oil Company (actual British Petroleum) incluso le pasaba petróleo a través de Irán.

Lo de los Nacionalsocialistas vs. demoliberales y bolcheviques en buena parte es una lucha entre dos razas de capital: el capital productivo (industrial y agrario) y el capital especulativo (alta finanza, deuda, interés, dinero sin respaldo, divisas, mercados del oro... usura y especulación en general). El primer capital no es una abstracción ya que representa producción real, el segundo sí lo es. Se crea sin producción y por tanto su tendencia es buscar el respaldo que le falta, apropiándose del trabajo de otros: parasitismo. Es mucho más numeroso que el capital industrial y ya lo era en los años 30.

Rothschild y su banca tuvieron que salir huyendo de Austria cuando fue anexionada a Alemania. Los alemanes hasta hicieron una película en la que se aludía directamente al nacimiento de la dinastía Rothschild en Frankfurt: "Die Rothschilds, aktien auf Waterloo".

Película disponible en youtube:




El banquero Max Warburg también tuvo que escapar de Alemania cuando se le cazó en 1938.

En cuanto a los famosos abuelos de Bush, a quien financiaron fue a Thyssen, no a "los nazis". Y no será para tanto cuando el mismo Thyssen acabó metido en el campo de concentración de Dachau.

Sospechosamente, los aliados capitalistas le declararon la guerra a Alemania cuando ésta invadió Polonia, pero no lo hicieron con la URSS cuando ésta lo hizo exactamente a la vez. 


Algunas citas referentes al tema:

El crimen imperdonable de Alemania antes de la II Guerra Mundial fue su intento de extricar su poder económico del sistema de comercio mundial y crear su propio mecanismo de cambio, que le negaría beneficios a la finanza mundial.
(Churchill, "The second World War" Bern 1960).

Las dos principales causas de la II Guerra Mundial fueron: Primero: el éxito del sistema alemán de trueque. Segundo: la determinación hitleriana de no aceptar préstamos extranjeros. Su declaración de que los negocios de Alemania serían llevados a cabo de la misma manera que los de un honrado comerciante causó verdadero pánico en los círculos financieros.
(Francis Neilson: "The Churchill Legend", pág. 296).

Marriner Eccles, del Federal Reserve Board, y Montague Norman, Presidente del Banco de Inglaterra, llegaron a un acuerdo, en 1935, sobre la política a emplear para aplastar, por todos los medios, incluyendo la guerra, si necesario, los experimentos financieros de Hitler.
("The Word" de Glasgow, 3-8-1949.

Economía NS y el mito del Keynesianismo


“en la vida del pueblo, el destino de éste no se halla determinado por la economía, sino por la intensidad que reviste su decisión de vivir. Y la manera de vivir de un pueblo no está determinada por la forma de su organización económica, sino por su voluntad en la realización de su sentimiento, del derecho y de la libertad. Si un pueblo tiene la inquebrantable resolución de dar a su propia vida una configuración socialista, las formas de su desenvolvimiento económico, las de las empresas y de otras organizaciones para determinados fines, surgen después espontáneamente sin que sea menester aplicarles de nuevo una norma especial” Bernhard Köhler

Absolutamente todas las doctrinas políticas, con el capitalismo y sus vertientes por un lado y el marxismo y sus derivados por el otro, han valorado en demasía la economía y sus leyes mientras dejaban al mundo de las finanzas y su capital decidir sobre el trabajo y los valores del pueblo. Tanto el comunismo como el capitalismo han hecho de una próspera economía y de la adquisición de bienes un objetivo que ha despertado sólo la ambición y el egoísmo en los hombres. El nacionalsocialismo, en cambio, pone en primer lugar el trabajo y el bien de la comunidad porque estos despiertan el sentimiento de la propia fuerza y propia capacidad para realizarse como individuos y los sentimientos de solidaridad y sacrificio por un bien común y una herencia y unos valores por los que se sienten unidos. Para el nacionalsocialismo la economía y el dinero pasan a ser apenas unos dóciles siervos de los deseos del trabajo, del crecimiento y libertad de su comunidad. Nada tienen que imponerle a su voluntad de vivir bajo las leyes divinas en armonía con la propia naturaleza, y será esta voluntad la que determine la prosperidad del pueblo, no su economía.

Bajo el imperio de las leyes económicas sólo se logró sumir a los pueblos en la injusticia y la falta de libertad. Con el pretexto de tener que rendir culto a la razón económica, la falta de honradez, el incumplimiento de los contratos, la mala fe, el fraude, la explotación, la astucia, la falsificación y la deslealtad, pasan a invadir la vida toda de los negocios.
El socialismo del Tercer Reich, en cambio, puso antes que nada el respeto de los más altos valores que el pueblo portaba en su sangre y tuvo siempre como objetivo el bien de la comunidad prohibiendo toda práctica deshonesta. Para él, la lealtad es uno de los más altos valores de la sangre alemana y “el socialismo es la lealtad del pueblo para consigo mismo.”

“Pero, con el derecho al trabajo las circunstancias se invierten totalmente. El trabajo no precisa ya solicitar la aquiescencia del capital. Bajo la protección de las leyes dictadas por el Estado de un pueblo consciente de sus deberes y de su dignidad, el trabajo ha salido ya para siempre del mercado, en tanto que el capital se halla ahora en él y encuentra aplicación tan sólo cuando el trabajo quiere utilizarlo.” Köhler



Numerosos lectores, por ingenuidad, recurren a libros escritos por analistas, historiadores y economistas que no son objetivos al detallar la manera en que funcionaba la economía en el Tercer Reich. Por desgracia, las fuentes para entender la economía Nacional Socialista son escasas y generalmente las "fuentes" más disponibles y numerosas son obras de "expertos" en economía naci (nazi con "C") que suelen ser anglosajones capitalistas, académicos ingleses en particular, o historiadores alemanes vendidos a los premios internacionales y sometidos a la corrección política. Como ejemplo de estos personajes tenemos a Adam Tooze, pez gordo de la London School of Economics, un centro neurálgico de la ideología globalista donde estudiaron tipos como George Soros, David Rockefeller y Hayek. Su libro "The wages of destruction" ganó un premio Wolfson, establecido por la Fundación Wolfson, establecida a su vez por "sir" Isaac Wolson: http://en.wikipedia.org/wiki/Isaac_Wolfson

Los ignorantes en el tema defienden que el NS era un sistema Keynesiano, sin embargo habría que aclarar los siguientes puntos:

1- Keynes no abolió el patrón-oro.
2- Keynes no instauró el patrón-trabajo.
3- Keynes no abolió el interés del dinero y la especulación (usura).
4- Keynes no consiguió que EEUU llegase al pleno empleo a pesar del enorme tamaño del país y su disponibilidad ilimitada de materias primas.
5- Comparar el Keynesianismo con el socialismo alemán es como comparar manzanas con piedras.



Alemania en su comercio internacional empleaba generalmente el trueque directo. El hecho permanece que a Alemania ese sistema le fue muy bien, tanto que consiguió el pleno empleo mientras el resto de países capitalistas estaban en lo más profundo de la gran depresión y sólo pudieron salir de ella montándose una guerra. Hitler, desoyendo consejos, siempre se negó a aceptar empréstitos de instituciones bancarias extranjeras, lo cual significaba que la alta finanza de Wall Street y la City Londinense no tenían ningún poder sobre el cerrado circuito monetario alemán. Alemania podía crear todo el dinero que quería siempre que la emisión de moneda equivalga al valor de los bienes y servicios producidos. A eso se le llama patrón-trabajo (o riqueza).

La mayoría de la gente no concibe otra forma de dinero que la usura, es decir, la deuda a interés, y piensan que toda forma de dinero creada es así, pero no. En la Unión revolucionaria de 1776, en la Unión de Lincoln y en la Alemania del Tercer Reich, esto no era así.

Los alemanes en el Tercer Reich no estaban endeudados, es difícil de entender porque el concepto es totalmente distinto al de la economía actual donde el banco crea dinero de la nada al generar un crédito y el Estado se lo fabrica, entonces se lo presta a interés a los ciudadanos de ese Estado o al mismo Estado. El Estado alemán simplemente dedicaba ese mismo dinero creado de la nada a financiar proyectos empresariales productivos directamente sin pasar por la banca privada.

Si la masa monetaria aumenta en proporción a la producción no hay inflación. Esta sólo se produce cuando el aumento de la masa monetaria es mayor que el de la producción. Ese dinero de nueva creación era retirado de la circulación conforme iba siendo devuelto para evitar que la primera pudiera superar a la segunda. No hubo inflación en al Alemania del Tercer Reich.


Se puede entender de forma sencilla con este ejemplo. Imaginar que se es un dirigente nacional y se tienen a X hombres desempleados que pasan el día ociosos, madera, carbón y hierro. Todos esos recursos (mano de obra incluida) son valiosos pero no se dispone de capital para ponerlos a fabricar alguna cosa, además también hay materias primas de las que se dispone.

En una economía social-marxista los pones a trabajar para el Estado sin paga si es necesario y la fábrica resultante es de propiedad estatal con los consabidos problemas e ineficiencias que ello genera -aunque es mejor que tenerlo ocioso-, por suerte dispones de un inmenso territorio rico en materias primas, acuerdos con otros países de la órbita socialista y los capitalistas te regalan algunas más porque tenéis un enemigo común.

En una economía capitalista actual pides un crédito (directa o indirectamente a la finanza internacional) y te prestan a un % de interés (en la época más bien usurario) el capital (que ellos crean casi de la nada Banca de reserva fraccional) que necesitas para poner a trabajar a esos empleados, comprar la materias primas que te falten, y producir algo, después gran parte del beneficio irá a pagar el crédito y los intereses probablemente de forma crónica sin que los prestamistas hayan producido absolutamente nada. Esto además plantea el problema de que si tus políticas no son del agrado de la finanza internacional esta te puede retirar el crédito y ahogar tu economía, además de prestar a tus enemigos, como fue el caso con la Alemania del Tercer Reich.

Dentro del sistema capitalista además existe la opción "keynesiana" que es que el Estado se endeude mucho con los prestamistas para generar empleo (normalmente vía obra pública) para hacer crecer la economía esperando que esto la reactive dándole un impulso en épocas de recesión, el problema es que endeudarse mucho también genera muchos intereses que se van a cobrar esos prestamistas, además de dejarte a merced de ellos y de la habitual mala gestión, derroche y falta de incentivos por parte de los funcionarios de las democracias liberales. Esta opción es la que dibujan erróneamente como la nacionalsocialista la mayoría de autores pro-sistema.

Y luego está la opción nacionalsocialista. Coges a los trabajadores desempleados, las materias primas de las que ya dispones y empresarios sin capital, y (en lugar de esperar que los prestamistas creen dinero de la nada para prestárselo a interés a tus empresarios) creas tú directamente como Estado ese dinero y se lo prestas directamente y sin interés a los empresarios, cuando empiezan a producir y lo van devolviendo lo sacas de la circulación para no generar inflación si no hay recursos ociosos que poner en funcionamiento. Después, las materias primas de las que no dispones en tu territorio las obtienes a través de un sistema de trueque por el cual tu entregas a países no-alineados o aliados pricipalmente productos manufacturados a cambio de materias primas.

Así has puesto a producir a millones de desempleados que antes comían y se vestían sin producir nada, no te has endeudado con la finanza internacional ni dependes de esta ni estás ahogado por el pago de intereses, y la producción no es tan ineficiente como en un sistema comunista porque al empresario al que has prestado dinero le interesa que su negocio sea próspero y existe competencia y un sistema de precios.


sábado, 28 de septiembre de 2013

Patrón trabajo vs Socialismo científico, dinero fiat



En los países capitalistas, si no había dinero, todo el trabajo se paralizaba. Por ejemplo, la crisis del 29 se generó porque los capitalistas de Wall Street cerraron el grifo del crédito y luego crearon un gran pánico especulativo. En el capitalismo, si el dinero escasea, da igual que haya obreros cualificados o fábricas en perfecto estado de funcionamiento: la economía no funciona. Esto subordina la economía a la política monetaria y financiera, es decir, a los que controlan el grifo del crédito: bancos centrales y privados, los verdaderos propietarios de la moneda. Sólo cuando los bancos quieren, empieza a fluir el capital y éste reactiva la economía. En la economía Nacional Socialista (socialismo trabajista) era al revés. Aquí no ha pasado nada, que las fáricas funcionen, que los obreros trabajen y a fin de mes son retribuidos económicamente con el único fin de facilitarles que puedan intercambiar el sudor de su frente y la riqueza creada por otros bienes y servicios producidos por compatriotas suyos. En el primer caso, son los banqueros y los mercados los que controlan la emisión de moneda. En el segundo caso, son los trabajadores y el Estado los que controlan la emisión de moneda. Tanto produces, tanto dinero generas.

El III Reich no creaba dinero para financiar obras. El III Reich directamente se ponía a trabajar en las obras, emitiendo dinero a medida que la obra era completada. El dinero se emitía para pagar al trabajador. No se necesitaba dinero para trabajar. El dinero era una consecuencia del trabajo, no de la impresora.

¿Porqué el capitalismo se opuso al Tercer Reich?

1- Los alemanes abolieron el interés del dinero.
2- Los alemanes abolieron el patrón-oro y se pasaron al patrón-trabajo.
3- Los alemanes abolieron el dinero-fiat creado de la nada. El nuevo Reichsmark estaba respaldado por trabajo productivo, por ende, de un bien o servicio susceptible de ser comprado o de dar beneficios. En otras palabras, el dinero estaba respaldado por un activo REAL y por un trozo REAL de un PIB REAL, no por "la confianza de los mercados", ni por una deuda.
Un banco puede prestar dinero sin interés. El banco central de Alemania, es decir, el equivalente a la Reserva Federal hoy en día para EEUU, se llamaba Reichsbank y creaba dinero libre de deuda y de interés, que representaba un trabajo realizado y que era propiedad del poseedor de dicho trabajo, no del banco. Hoy, todo el dinero que existe es propiedad del banco, no representa un trabajo sino una deuda o una maniobra especulativa y encima esa deuda es a interés. Eso condena al sistema económico a seguir creando dinero indefinidamente, con el verdadero objetivo de concentrar cada vez más riquezas y medios de producción en menos manos.

Alemania durante el tercer Reich era socialista por lo que se entiende hoy en día por socialismo: "el beneficio de la colectividad está por encima del interés particular, el bienestar del Pueblo es más importante que las ambiciones materialistas de unos cuantos". El Estado DEBERÍA ser como una gran tribu. Quien no sabe vivir en tribu (y en una tribu el individuo tampoco es nada), no sabrá vivir en Estado, y ni siquiera comprenderá el mismo concepto del Estado.

Ahora se imprime dinero sin ningún criterio claro, simplemente "los mercados" abren y cierran el grifo del crédito según esté "la confianza". Durante la época del Tercer Reich, el resto del mundo imprimía dinero como contrapartida al oro. Los Nacional Socialistas dijeron: hay muchos activos además del oro, y el trabajo es un activo en sí mismo. Quien trabaja debe ser pagado, y si no hay dinero para pagarle, pues se crea. Antes, naturalmente, había que salirse del sistema monetario anterior.

El patrón-trabajo es el modo más eficaz de saltarse los mecanismos de aquellos que emplean la emisión de dinero como herramienta de dominación y del trabajo ajeno. El dinero no tiene valor por sí mismo, sólo es un bono por trabajo efectuado, una mera herramienta para facilitar el intercambio de trabajo, bienes y servicios. Nadie puede ponerse a crear dinero al gusto si ese dinero no representa operaciones comerciales susceptibles de ser realizadas o una riqueza real creada.

Este sistema no es novedad: Benjamin Franklin había explicado exactamente lo mismo con respecto a las colonial scriptures, es decir, que simplemente había que crear dinero para regular el flujo de bienes y servicios reales y existentes. Y este dinero, naturalmente, debía estar libre de interés y de deuda, ya que estaba respaldado por bienes y servicios y, por tanto, por el sudor de quien había creado dichos bienes y servicios. El oro no es necesario, se puede respaldar una moneda con infinidad de activos además del oro.

Alemania no pedía prestado el dinero, lo creaba ella misma a partir de trabajo productivo realizado, que es como debería funcionar una economía mínimamente sana.

Si el Estado crea dinero para pagar a un trabajador que produce algo, no tiene por qué, ese aumento de la masa monetaria, repercutir en un aumento de la inflación ya que también se han aumentado en la misma medida los bienes disponibles por lo producido por este.

Mientras el dinero esté respaldado por un activo tangible, no hay inflación. Decían los marxistas que los factores productivos eran TIERRA (recursos, materias primas, terrenos, ladrillos, palas, etc.), TRABAJO (trabajadores de la cualificación necesaria, obras que necesitan hacerse) y CAPITAL (dinero). Según esta filosofía, da igual que haya tierra y trabajo (es decir, trabajadores, medios de producción, etc.), que si no hay dinero, los trabajadores se quedan en paro y las obras se quedan sin hacerse, o los productos sin distribuir, etc. Esto es un crimen que condiciona el funcionamiento de la economía a la disponibilidad de dinero, que a su vez depende de los únicos que, hoy en día, están capacitados para crear dinero: los bancos usureros. Si el banco usurero se niega a soltar dinero, o decide mandarlo a China, la economía del país se hunde. Y sin embargo, hay trabajadores de sobra (5 millones de parados) y trabajos que necesitan hacerse. Por eso se le llama capitalismo: porque sin CAPITAL, la economía no funciona. Aceptando esta aberración, los marxistas aceptan de facto las premisas del capitalismo, según la cual la economía sólo florece si es regada con capital, y que el trabajo es una mera consecuencia de ese capital divino que cae cual maná de la nada.

La otra opción es la contraria: se pone a todo el mundo a trabajar en cosas necesarias, en trabajo productivo del bueno. Si no hay fábricas porque se han ido a Marruecos o a China, se construyen nuevas fábricas. Se pone a la gente a barrer la calle, a demoler edificios vacíos, etc. Y luego, simplemente, se les paga. En este sistema, el protagonista desencadenante y catalizador del ciclo económico no es el dinero (o quienes controlan su emisión), sino los trabajadores, de cuyo trabajo depende la inyección de capital. Ahora el capital es una mera consecuencia del trabajo. Si no se trabaja ni se hace nada productivo, no hay dinero. Así se despoja a los parásitos financieros de su verdadera y única arma de dominación sobre los pueblos del mundo.

En el III Reich, se hacían obras públicas, se pagaban con "Certificados de Trabajo de la Tesorería" emitidos por el Reichsbank, que acreditaban que tú habías trabajado por valor de tanto, y luego el trabajador de turno se lo gastaba por ahí, reactivando todo el ciclo económico. Los Nacional-Socialistas no jugaban cuando decían "arbeit macht frei", o "El trabajo libera", porque el trabajo (por tanto el hombre), no el dinero (por tanto el usurero), se convirtió en el eje de la vida económica.

El dinero sólo es un medio para facilitar el intercambio de bienes y servicios entre productores y consumidores. No tiene valor por sí mismo. Sólo tiene valor cuando representa algo susceptible de ser comprado. Cuando no representa más que la codicia y las mentiras de una mafia de usureros refugiados en la idea de "los mercados", ya no es dinero, sino deuda, o mejor dicho, moneda falsa, y deja de tener validez, ya que se convierte en un concepto psicotrópico según el cual, en la teoría, el dinero engendra más dinero y, en la práctica, el trabajador (da igual que sea ingeniero de alto nivel o payaso del McDonald's) se empobrece cada vez más mientras el banquero (y los grupos que se benefician primero de las "inyecciones de capital", especialmente multinacionales y más bancos) se enriquece cada vez más.

La URSS cambió radicalmente el sistema económico, pero el sistema financiero seguía siendo el mismo: el trabajo dependía del dinero. El III Reich hizo al revés, el sistema económico no sufrió modificaciones muy radicales, pero el sistema financiero fue subvertido de pies a cabeza: sólo el trabajo era susceptible de crear riqueza (por ende dinero, ya que el dinero tiene que representar una riqueza real).

Obviamente, para que el sistema del patrón-trabajo sirva, se tiene que abandonar la moneda anterior, ya que en caso contrario, sí que habría una inflación al acumularse las nuevas emisiones de dinero sobre las antiguas.

¿Qué pasaría si hoy en día un Estado adoptase este proceder económico? No se sabe. El último en hacerlo fue Alemania y ya se sabe cómo acabó. Lo que sí sabemos es que los que hacen experimentos financieros "raros" (De Gaulle, Saddam Hussein, Gadafi) se indisponen con la finanza internacional, que es la que realmente maneja el percal en el mundo.

Compendio de citas de NT (pseudónimo del autor), escritor y analista experto en geopolítica, historia humana, antropología y economía.



Obra: Economía de éxito

"Economía de éxito" es el título de una obra editada en México que contiene al Programa de los 25 puntos del NSDAP como parte toral.


Federico Rivanera Carlés


La concepción doctrinaria del Nacionalsocialismo -cuya enorme significación histórica huelga resaltar- ha sido completamente ocultada a los ojos de los pueblos a través de una montaña de mentiras y de burdas patrañas e incluso, paradójicamente, hasta no pocos de sus partidarios actuales poseen sobre él un conocimiento rudimentario. Durante la existencia del Tercer Reich, la imperiosa necesidad de contrarrestar, aunque fuera parcialmente, la descomunal y calumniosa propaganda aliada, impidió la divulgación masiva fuera de Alemania de los textos fundamentales de un pensamiento filosófico-político al que puede calificarse sin exageración, como el más revolucionario de la historia.

La agobiante e ininterrumpida campaña de acción psicológica, de escala mundial, orquestada por el judaísmo internacional y sus agentes liberales y marxistas ha cubierto de ludibrio y de fango todo lo que sea Nacionalsocialismo y esto ha sido realizado de modo tal, que para la mayoría de la gente se trata de un movimiento de feroces y peligrosos monstruos preocupados exclusivamente en someter al universo y satisfacer sus enfermizos y sádicos instintos. En semejante clima, hábilmente prefabricado, no puede pretenderse no ya la menor simpatía por los camisas pardas, sino ni siquiera interés alguno en conocer su ideario.

Se puede sostener cualquier ideología por más absurda y antinatural que ella sea, se puede profesar abiertamente el marxismo -que circula tranquilamente por el mundo libre -, pero los campeones de la libertad de pensamiento (una de las muletillas utilizadas contra la Alemania de Hitler), no permiten que nadie proclame su fe nacionalsocialista, bajo amenaza de ser fulminado por los rayos de los dioses del Olimpo democrático. ¡Hasta se deforma el nombre de la doctrina, llamándola peyorativamente “nazismo”!

Pese a todo, algunos sectores de las nuevas generaciones, hastiados del infierno de la sociedad de consumo, no son ya atrapados por las seducciones del “paraíso” rojo. Observan desdeñosamente las mistificaciones que los rodean y los que aún no han abrazado el estandarte de la cruz gamada, han comenzado a prestarle respetuosa atención, encontrando en él, con razón, una atracción irresistible. ¡Es que empieza a descubrirse que los enemigos del Movimiento Nacionalsocialista son justamente los verdugos y los explotadores de la humanidad!

Nada más indicado para aprehender la esencia de la cosmovisión hitleriana que recurrir a su fuente más autorizada: la Biblioteca Oficial del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (N.S.D.A.P.). Precisamente el Cuaderno Nº 1 de la misma lo constituye EL PROGRAMA NACIONALSOCIALISTA, analizado por su Director, el célebre Gottfried Feder -designado expresamente por el Führer responsable de la difusión y definición ideológica -, autor del no menos célebre Manifiesto para el quebrantamiento de la servidumbre del interés, uno de los ejes del Nacionalsocialismo.

Resulta sumamente difícil hallar las palabras adecuadas para poner de manifiesto la trascendencia, el sentido profundamente revolucionario y la tremenda vitalidad histórica que trasunta este Programa que modelará, a no dudarlo, el mundo del mañana.

Si bien EL PROGRAMA NACIONALSOCIALISTA es de una claridad y precisión tales que, prácticamente, nos eximen de todo comentario cabe, sin embargo, hacer una acotación en un punto crucial: el que se refiere al campo económico-social. Un análisis superficial que no tenga en consideración todos los datos del problema, puede hacernos incurrir en el grave error de suponer que el Nacionalsocialismo defendió las estructuras capitalistas, tal como sostiene la propaganda comunista. La lectura del Programa parecería ratificar esta afirmación dado que, efectivamente, la propiedad individualista de los medios de producción (que no otra cosa es el capitalismo) es, aunque con reservas, aceptada. ¿Cómo se entiende esto? ¿Cuál es realmente la postura nacionalsocialista en este aspecto? Veamos.

En primer término, reparemos que el Nacionalsocialismo, como los restantes Movimientos nacionales del siglo, a diferencia del demoliberalismo y del marxismo que son engendros de laboratorio, irrumpe en la escena histórica como una reacción natural, biológica, de la Comunidad avasallada, por tanto, es comprensible que encerrara inicialmente ciertas falencias en sus formulaciones teóricas que con posterioridad serían superadas sobre la marcha. Por otro lado, lo que cuenta en un movimiento revolucionario no es la letra sino el espíritu que lo anima. Y precisamente en el espíritu nacionalsocialista campea una radical y violenta oposición al capitalismo. ¿No se habla en el Programa, acaso, de la lucha entre el Trabajo -encarnado por el NSDAP - y el Capital - personificado en el judaísmo y los sistemas burgueses, democráticos y marxistas, que le sirven dócilmente?-. ¿No dice Feder que el Nacionalsocialismo es del todo distinto que el Capitalismo? Ha sido el propio Hitler quien calificó a la tesis del “quebrantamiento de la servidumbre del interés” -según podrá constatar el lector - como la esencia del Nacionalsocialismo (que, por lo demás, no se denominó así por simple capricho u oportunismo). Y la servidumbre del interés” es, a su vez, la esencia de la sociedad capitalista.

La coyuntura especialísima en que se desenvolvió la Revolución Nacionalsocialista, incidió negativamente sobre el desarrollo orgánico de su posición anticapitalista. Al acceder al poder, Hitler se encontró con una Alemania sumida en la ruina más indescriptible y cercada por poderosísimos enemigos. Había, por ende, forzosamente que efectuar el proceso revolucionario en dos etapas, la primera de las cuales tenía como fin la liberación política y la construcción del Estado Nuevo, única manera de enfrentar con alguna posibilidad de éxito a los enemigos externos que querían impedir a toda costa la resurrección alemana (en la que estaba implícita la resurrección de la Civilización blanca), lo que desgraciadamente a la larga sucedió.

La segunda fase revolucionaria, la liberación total de la Comunidad de las formas burguesas, debía quedar para más adelante, puesto que las alteraciones en el ritmo de la producción que automáticamente trae aparejada toda modificación de las relaciones en el seno de la empresa, acarrearían inevitablemente consecuencias fatales para Alemania, que no se hallaba en condiciones de derrochar energías de ninguna índole y que debía, con rapidez fulmínea, volear la totalidad de sus fuerzas en el plano de la política exterior.

Ante ello, el régimen nacionalsocialista evidenciando una vez más su autenticidad revolucionaria, decidió llevar a cabo una serie de experiencias pilotos en el ámbito económico-social, destinadas inteligentemente a preparar el camino que la Nación transitaría en el porvenir, superadas las graves contingencias del presente. En tal sentido se fomentó la creación de empresas basadas en la propiedad comunitaria de las herramientas de trabajo como la famosa Volkswagen, ejemplo de capacidad productiva y de eficiencia técnica. Paralelamente, se instauró el Frente del Trabajo Alemán, cuyas características eran las siguientes: 1. Integración de todas las empresas industriales y agropecuarias de Alemania, a la que se definía -en este aspecto - como una gigantesca comunidad de producción; 2. Modificación sustancial de la sociedad anónima, lo cual significó: a. transformar las acciones en simples obligaciones; b. traspasar casi íntegramente la plusvalía a manos del Estado, quien la distribuía en función de las necesidades nacionales; el capitalista recibía un ínfimo porcentaje que a partir de 1939 quedó reducido sólo al 3 % anual; responsabilizar ante la Comunidad al jefe de la empresa del desempleo eficaz de la misma. (Esta fiscalización se realizó por intermedio de diversos organismos, el principal de los cuales era el originalísimo Tribunal de Honor Social).

Asimismo se prohibió bajo pena de muerte el interés del dinero, hecho inédito en las sociedades contemporáneas. El préstamo recuperó su antiguo sentido comunitario, dejando de ser usura legalizada. El dinero volvió a ser concebido como mero instrumento de intercambio de bienes y servicios en lugar de medio de lucro y de opresión de la Nación, como sucede en la democracia. La economía se apartó del patrón oro para basarse, como corresponde a su naturaleza, en la capacidad de producción nacional.

Como puede comprobarse de hecho el Capitalismo había desaparecido. Aunque no se podía en ese momento, como hemos visto, efectivizar el cambio integral de la infraestructura económico-social, el sistema nacionalsocialista no se limitó -como en otros países - a paliar o suprimir sólo los efectos de aquél sino que lo hirió de muerte. La clase burguesa casi no existía y había sido despojada de todo su poder.

En el terreno de las realidades concretas, ¿quién ha aventajado al Nacionalsocialismo? El tan declamado socialismo de los países marxistas es sólo una máscara que no logra ya disimular un brutal capitalismo de Estado, más tiránico aún que el de tipo demoliberal por su grado de concentración, en el cual una nueva clase de oligarcas lleva al paroxismo la expoliación de los productores. El Nacionalsocialismo, en cambio, ha sido y es el único movimiento genuinamente revolucionario y liberador. Es el verdadero socialismo, esto es, la síntesis totalitaria y armoniosa que resulta de la complementación orgánica de los conceptos de propiedad y de sociedad.

La circunstancia de que el régimen hitleriano haya tenido sólo doce años de vida, la mayor parte de los cuales fueron absorbidos por la guerra y sus prolegómenos, hacen aún más sorprendente y encomiable la inmensa obra realizada. ¡Qué metas se habrían alcanzado con un margen sólo un poco más dilatado de tiempo! Sus adversarios lo sabían y actuaron en consecuencia para impedirlo.

Valiéndose de las más descaradas y cínicas provocaciones, obligaron al enemigo mortal de su intereses a una guerra prematura en la cual una colosal desproporción de efectivos, frustró la empresa casi increíble de la Alemania Nacionalsocialista.

Queremos señalar, por último, que la creencia bastante extendida que circunscribe el Nacionalsocialismo a Alemania, es absolutamente equivoca y entraña un prejuicio acientífico forjado deliberadamente por los sofistas burgueses. Por el contrario, en tanto es la expresión orgánica del orden social natural, posee validez universal e implica la única respuesta histórica válida para nuestra hoy sojuzgada raza aria, creadora de las más elevadas manifestaciones de la cultura y del espíritu humanos.

Adolf Hitler sucumbió voluntariamente con su pueblo -en la catástrofe histórica de mayor dimensión que haya sufrido Occidente - en cumplimiento del Programa que el lector tiene entre sus manos. A través del mismo, sin embargo, el Führer sigue viviendo en sus fieles combatientes que día a día se acrecientan. El Nacionalsocialismo constituye la garantía de su eternidad.

De ahí la importancia excepcional que revista EL PROGRAMA NACIONALSOCIALISTA, basamento inesquivable de un Nuevo Orden que inexorablemente se impondrá y cuyos signos germinales comienzan a vislumbrarse.

FEDERICO RIVANERA CARLES.
Buenos Aires, octubre de 1975.


Notas:

1- A consecuencia del humillante “Tratado” de Versalles y de la oprobiosa República de Weimar, impuestos por las Plutocracias vencedoras en la Gran Guerra de 1914-18

2- Esta ha sido, básicamente, la fórmula que hizo posible implementar una economía de guerra que convirtió a Alemania, en un par de años, en la primera potencia militar del planeta, y conjuntamente en la Nación de más alto nivel de justicia social, fenómeno incomprensible para los seudoeconomistas burgueses y marxistas.

3- Dicho cargo, por lo general, no era ejercido por los dueños del capital -cuyos derechos eran ya nominales - puesto que se trata de una función - técnica.

4- En la propia URSS, además de sustraerse a los obreros el producto de su trabajo, ha comenzado a implantarse paulatinamente el lucro en las empresas.

5- Ello motivó la aparentemente inconcebible proposición de Churchill de que serían reconocidas las exigencias germanas con la sola condición de la vuelta al patrón oro que, como es sabido, es la clave del poder judío mundial del que era testaferro el primer ministro británico.

6- Esta verdad irrefutable y trascendente tal fue lúcidamente comprendida por las juventudes de toda Europa que la avalaron con su sangre y su martirio en las legendarias divisiones de la Waffen-SS.

7- Las tensiones sociales que se traslucen en los reiterados intentos de muchos de sus habitantes de abandonar el territorio y las sublevaciones obreras y campesinas -aunque violentamente reprimidas siempre latentes - acaecidas en casi todos los países torturados por el bolcheviquismo, son las pruebas dramáticas de lo expuesto.


 Prólogo de Salvador Borrego


Desnacionalización de la Economía
Salvador Borrego E


Si un país vende sus medios de producción a capitales extranjeros, que luego acrecientan las utilidades y se las llevan a sus lugares de origen;

Si un país somete a sus trabajadores a una competencia internacional para ofrecer cada año mano de obra más barata;

Si un país se hunde en la trampa de no autofinanciar su crecimiento, sino de endeudarse en el extranjero y luego verse acosado por intereses usurarios;

Si un país acepta entregar su mercado Interno a los productores extranjeros, abriendo sus puertas de par en par;

Si un país procede así, ¿qué de extraño tiene que camine hacia la ruina?

Y es lo que está ocurriendo desde México hasta Argentina.

Para incurrir en tales absurdos se habla de una Economía que -de ser Liberal- pasó a ser Neoliberal. Y se da a entender que esta Economía (que sólo viene de una “Teoría”), obedece a “leyes económicas”, como si éstas fueran superiores a la razón y al interés y a la sobrevivencia de los pueblos.

Existen decenas de “teorías económicos”. La de Manchester, la Franco-americana, la Jurídica-social, la Clásica (de la cual se deriva la Neoliberal que nos arruina), y otras más. Pero, ¿qué vale una teoría cuando no es capaz de darle al pueblo lo más indispensable para su subsistencia?... ¿Y qué vale cuando ni siquiera puede brindarle al pueblo una esperanza en que las cosas mejorarán en un futuro inmediato?

Pero, ¿por qué aferrarse a una “teoría” ruinosa como la de los últimos 32 años de la vida de México? Sencillamente, porque desde 1970 se pactó, secretamente, la desnacionalización de la Economía Mexicana Las verdades suelen ser sencillas, como ésta

Falso que la economía sea una ciencia infinitamente compleja, fuera del alcance del sentido común, sobre la cual le esté vedado al pueblo poner su mirada. Así se ha querido forjar un dogma a fin de que no se descubra que gobernantes “comprometidos” (aunque no con su pueblo) han desnacionaliza do la economía de sus países

John Kenneth Galbraith (economista estrella norteamericano) dice: “No hay en este dominio (el de la Economía) ninguna Idea que no pueda ser expresada en lenguaje común y corriente, aunque ello exija algún esfuerza La oscuridad que caracteriza a la prosa económica profesional no deriva de la dificultad del tema. Es consecuencia de un pensamiento no del todo madurado; o bien, refleja el deseo del iniciado de elevarse por encima del vulgo”

Otro economista no menos famoso, Ludwig von Mises, afirma que: “La economía, agrádenos o no, ha dejado de ser esotérica rama del saber, accesible solo a una minoría de estudiantes y especialistas Porque la ciencia económica se ocupa precisamente de los problemas básicos de la sociedad humana.”

Así, pues, el lector no debe dejarse impresionar demasiado por la retahíla de términos abstrusos con la que políticos y economistas oficiosos explican que si el nivel de vida va mal se debe a leyes “superiores”, imposibles de modificar. Sofismas por el estilo tienen por objeto ocultar que ciertas Cúpulas Supracapitalistas se han apoderado, en su propio beneficio, de la Economía de los pueblos. Y lo han logrado mediante la connivencia de gobernantes dóciles a sus Logias o cegados por supina ignorancia.

¿Se Puede Hundir a un País Prestándole Dinero?

Una respuesta apresurada diría “naturalmente que no!”...

Sin embargo, hace más de tres mil años ya se había elaborado un mecanismo para que el crédito beneficiara particularmente al prestamista, aun con perjuicio del deudor

Ochocientos años antes de Cristo el profeta Amos condenaba a ese tipo de negociantes. “Aumentáis los precios, alteráis las balanzas, obligáis a los pobres a venderse por un par de sandalias.”

La palabra “mammón” (en arameo) significaba el enriquecimiento feroz a costa del prójimo. El economista alemán Gottfried Feder dedicó un estudio específico a la servidumbre del interés del dinero, “El mammonismo -dice- es la grave enfermedad que todo lo alcanza e invade, de la cual padece nuestro actual mundo civilizado y, más aún, toda la humanidad. Es una epidemia devastadora, como un veneno corrosivo.”

Feder explica que el mammonismo ha de entenderse, por una parte, como el poder mundial del dinero, y por la otra, como una concepción de la vida orientada exclusivamente a los valores materiales, con la caída de todas las normas morales

“La tesis del préstamo a interés -afirma Federes el invento diabólico del supracapitalismo. Sólo ella posibilita la indolente vida de zángano de una minoría de poderosos del dinero, a costa de los pueblos creadores y de su capacidad de trabajo, es ella quien ha llevado a la sociedad a vivir contrastes abismales

“El quebrantamiento de la servidumbre del interés del dinero significa la restauración de la libre personalidad, la salvación del hombre de la esclavización y también de la fascinación mágica en que su alma fue enredada por el mammonismo.

“El capital prestamista es tan infinitamente superior frente a todo gran capital industrial (dedicado a producción), que las grandes potencias del dinero sólo pueden ser enfrentadas eficientemente mediante el quebrantamiento de la servidumbre del interés del capital prestamista”

En 1932, cuando todavía esa desproporción no era tan grande como ahora, el capital prestamista era veinte veces mayor al capital industrial, tan sólo en Alemania. De esta manera el pueblo estaba pagando 12,000 millones de marcos por intereses, anualmente Ahora todos los pueblos viven aplastados -entre otros factores- por el pago de los intereses de su deuda. Si se quita este lastre, explica Feder, es posible abolir numerosos impuestos, propiciar las inversiones, elevar la producción, dar miles y miles de puestos de trabajo y alcanzar un nivel de vida superior.

En efecto. México está pagando, anualmente, 240.000 millones de pesos, sólo por Intereses. En un sexenio se va UN BILLÓN Y MEDIO de pesos. ¡Lo que podría hacerse con ese dinero!... Esta es una sangría diaria al trabajo de todos los mexicanos. Dinero que se va a borbotones para enriquecer más a los prestamistas.

¿Existe Otra Economía que no Extorsione?

En la actualidad no.

La hubo, pacíficamente, durante siete años en Alemania, de 1933 a 1939. En su inicio recibió un país en crisis, con seis millones de desempleados y dos millones de subempleados. A esa Economía le bastaron dos años para impulsar un desarrollo desbordante Y a los cuatro años el país era ya una potencia entre las potencias.

Es paradójico que los que implementaron ese cambio -en primera fila Spengler. Deumer, Lueger. Feder y Hitler- no partieron propiamente desde una teoría, sino de una nueva concepción de lo material y lo espiritual.

Oswald Spengler afirmaba. “Toda vida económica es la expresión de una vida psíquica... Una economía puede moldearse según el alma de una generación La economía tiene un deber moral. Desde Adán Smith hasta Marx se utiliza un análisis eminentemente materialista... Tenemos una concepción nueva de la economía, que está situada más allá del capitalismo y del socialismo.”

Por su parte, Feder proclamaba: “En el área de la política financiera nuestro principio reza: las finanzas están al servicio de la Comunidad. Los plutócratas no deben formar un Estado dentro del Estado... En el área de la política social nuestro principio es: el bien común es la ley suprema.

En plática con los obreros de la construcción -donde millones de cesantes estaban encontrando empleo-. Hitler les decía: “Yo juzgo la economía desde el punto de vista del provecho que proporciona y no partiendo de una teoría. Así, pues, si alguien me dijera: ‘Oiga, tengo una teoría económica maravillosa’, yo le respondería: ¿qué provecho se le puede sacar? Esto es lo decisivo. La teoría no me interesa en modo alguno; me interesa únicamente el provecho, pues las personas no están al servicio de la economía, sino la economía al servicio de las personas.”

Coincidiendo totalmente con Feder, Hitler rechazó las proposiciones de Schacht para que Alemania pidiera préstamos extranjeros. “Los créditos -le dijo-, además de que “significan una carga de intereses, implican depender políticamente de fuerzas extrañas a la nación... Los intereses devoran la capacidad de ahorro de un pueblo.

En fin, el principio de que “una economía puede moldearse según el alma de una generación”, se vio realizado en el quinto año de regir la nueva economía Nacionalsocialista. En el extranjero, muchos economistas se habían burlado del “experimento” y habían esperado un catastrófico derrumbe alemán. Como éste no ocurría, después de ocho años, el Radcliffe College, de Cambridge.

Massachusetts, becó a Maxine Y Sweezy para que fuera a Alemania a hacer una investigación.

Maxine dice que era necesario hacer un estudio de la estructura económica nazi porque -contra lo esperado- ni una inflación, ni la falta de recursos económicos ni una revolución interna habían liquidado a Hitler

Y ya en el campo de los hechos, Maxine fue encontrando muchas novedades, de las cuales no daba cabal información la prensa internacional.

== Reducido el costo del Gobierno, los fondos se dedicaban a emprender grandes obras públicas para dar trabajo a los desempleados.

== La agricultura recibió decisivo apoyo con el Frente del Trabajo, y otras medidas, y pudo incrementar la producción de víveres para no depender de importaciones extranjeras.

== En la industria se fijaron prioridades. Si una inversión iba a dar considerables dividendos, pero a producir algo que no fuera de beneficio colectivo, la inversión respectiva era desviada a otro producto, aunque diera menos dividendos.

== Era obligatorio que la industria rebajara precios de sus productos cuando se lograba disminuir el costo de tales o cuales materias primas (insumos). Un sentido de patriotismo contrarrestaba la ambición de obtener más ganancias

== Los líderes que se enriquecían con cuotas sindicales fueron reemplazados por “tribunales de honor”, que exigían cumplir sus deberes a obreros y patrones, El patriotismo se movilizó como un nexo de solidaridad.

== Ese mismo nexo fue cultivado para acercar a la clase alta, la media y la baja, a fin de que la unidad de clases diera más fuerza a la nación.

== Mientras se creaban empleos para los cesantes, un día al mes sus compatriotas consumían “un plato único” (en La comida del mediodía) y cedían el resto para el Servicio de Auxilio.

== Trabajadores y empleados que llegaban a edad de retiro, pero en buenas condiciones físicas, seguían trabajando Para casos de reducción de rendimiento se crearon talleres especiales.

== Plan de construcción de casas: el costo máximo era de 7,000 marcos, de los cuales podían obtenerse 2.000 como préstamo gubernamental, con una tasa de interés del 3% anual.

== Exención de impuestos a empresas que desarrollaran procesos técnicos de importancia nacional. Esto alentaba la inventiva

== Se impulsó la industria química para producir sucedáneos de productos escasos Así surgió la margarina. Del carbón de piedra se empezó a producir gasolina sintética. Con piel de pescado se hacían zapatos. Los autobuses fueron adaptados para usar gas en vez de gasolina. Se aprovechó el vidrio para hacer tuberías. El papel y el aceite de desecho fueron regenerados y vueltos a usar. Los forrajes de verano pudieron usarse en invierno mediante depósitos fermentadores. Del aserrín se obtuvo harina para forraje. De las papas se extrajeron azúcares, etc. Surgió una gran variedad de compuestos químicos (erzat).

== La economía se ajustó para evitar devaluaciones, pues se negó que éstas tuvieran algo positivo, aunque el sistema liberal les atribuye ciertas virtudes

== Nació el Volkswagen En cinco años se duplicó el número de automóviles En Fallersleben se construyó no sólo la fábrica de automóviles más grande del mundo, sino la fábrica más grande del mundo de cualquier cosa.

== Muchas libertades (propias del liberal “dejad hacer, dejad pasar”) fueron restringidas cuando se trataba de beneficiar a las mayorías. Un sentido de solidaridad lograba que esto fuera aceptado, según el socialismo nacional.

El conocimiento de otras realizaciones quedó vedado para viajeros como Maxine Y Sweezy Por ejemplo, los grandes laboratorios de Peenemunde, donde se inventó el motor capaz de lanzar cohetes estratosféricos, y donde se resolvieron los problemas a fin de colocar satélites en el espacio exterior, que ahora son básicos en la comunicación telefónica mundial

Maxine tampoco pudo enterarse de que, en un laboratorio de Rostock, el físico Pabst von Chaim estaba terminando de inventar un motor a reacción, que luego fue perfeccionado por el profesor Messerschmitt. Este motor (conocido ahora como “jet”), vino a transformar a la aeronáutica en todo el mundo

Al mismo tiempo, en los laboratorios Heinkel daba sus primeros pasos la computación. Ahí nació para hacer rápidamente los complicados cálculos sobre el mejor rendimiento de las combaduras en las alas de los aviones.

Maxine tampoco tuvo acceso a muchos otros talleres o laboratorios donde la física, la mecánica y la química estaban logrando avances superiores a lo que se conocía en el mundo Occidental. (Al terminar la guerra los aliados requisaron 346,000 patentes).

Aunque Maxine reconoce que tuvo muchos logros la Economía Nacionalsocialista que regía en la Alemania de Hitler, sus conclusiones la condenan porque -dice- entrañaba un factor “antisemita” y porque “era una economía de guerra”. Esto último se ha encargado de difundirlo el profesor Samuelson, cosa que le valió obtener el Premio Nobel 1970.

Sin embargo, se trata de un dogma sin bases reales.

John Kenneth Galbraith, jefe del Control de Precios en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, dice que hasta 1941 (durante los primeros nueve años del régimen de Hitler), había más economía de guerra en la Gran Bretaña que en Alemania. Lo demuestra -afirma- que en ese año los ingleses fabricaron 20,100 aviones militares, frente a 10,775 aviones alemanes; 4.843 tanques ingleses, frente a 3,790; 16,700 cañones, frente a 11,200.

Otro experto, Burton E. Klein, también niega que la Economía N.S. se hubiera basado desde 1933 en lo que se llama “economía de guerra”. Hasta que la guerra se generalizó (1941-1942) empezó el gran esfuerzo bélico. Hitler persistió mucho tiempo en la idea de que la contienda se localizaría en el choque Alemania - URSS. Veía como “antinatural” que Occidente llegara a una lucha total para salvar al Comunismo. Su secretario de Relaciones, Von Ribbentrop, le cultivaba esa creencia. Todavía el vuelo de Hess a Inglaterra, en mayo de 1941, tenía la intención de convencer a los ingleses de que Alemania no quería la guerra contra ellos.

Objetivo Prioritario:

Ocultar qué era la Economía Nacional Socialista


Las realizaciones de esa Economía fueron tan considerables y se dieron en tan corto tiempo, que sus adversarios han considerado indispensable ocultaren qué consistía. Se le ha colocado encima una lápida y no se les muestra a los universitarios ni a los alumnos de las escuelas de economía

Es más uno de los móviles de la Segunda Guerra Mundial fue precisamente acabar con dicha Economía, a fin de que únicamente rija la actual, encaminada a la Globalización

El presente libro de Gottfried Feder es un documento útil para los estudiosos de la Historia

Notas:

1- Todo esto es precisamente lo opuesto a la economía NS que expone Gottfried Feder

2- Memorias. J.K. Galbraith; Edit. Grijalbo; 1982

3- LA Acción Humana. Tratado de Economía. Ludwig von Misas; Editorial Sopec, S.A.; Madrid; 1968

4- Un ejemplo de enseñanzas desorientadas, no exentas de cierto esoterismo científico, puede encontrarse en el Tratado de economía del Precio Nobel Paul Samuelson. Edit. McGraz-Hill. 1980

5- Libro del Profeta Amós, 8, 4, 6 y 9, 12

6- La Enciclopedia UT.E.HA dice que, en boca de Jesucristo, el término de mammonismo implica una tentación exagerada de riqueza que hace pecar y perderse a los hombres

7- Se refería al ‘socialismo marxista”, que deformó el sentido original del termino pues correctamente éste implica preeminencia de la sociedad sobre el interés aislado de individuos o grupos.

8- Eso se promete en muchas Democracias, pero no se cumple.

9- Ha habido año en que México destine el 60% de su presupuesto para pagar ‘el servicio de la deuda’, y para hacerlo ha tenido Que emitir bonos u obtener otros préstamos

10- Hitler y oros funcionarios no cobraban sueldo

11- La Economia Nacionalsocialista. M Y Sweezy. Fondo de Cultura México.1944. La investigación fue hecha en 1940

12- Memorias. John Kenneth Galbraith Edit Grijalbo. 1981. Pag 240

13- Hess era el Secretario del Partido Nacional Socialista, amigo íntimo de Hitler y uno de sus posibles sucesores
Índice

    Prólogo de Federico Rivanera Carlés
    Prólogo de Salvador Borrego
    ¡La Patria!
    Prefacios originales
    1. Manifiesto partidario oficial
    2. Los 25 puntos
    3. Las ideas fundamentales
    4. Las exigencias programáticas en particular
    5. Lo que no queremos
    6. Palabras finales

Pedidos

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Apartado Postal 6-628
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Libro en digital: "La economía Nacional Socialista"

 Descargar libro completo en castellano:
Economía Nacional Socialista de A. Hermann, A. Ritsch

 

INTRODUCCION

La presente, es una de las obras editadas por el N.S.D.A.P. (1) en el curso del año 1934, destinadas a explicar, en sus líneas esenciales, la política económica del III Reich durante la primera etapa revolucionaria. Rampa de lanzamiento de la gran Revolución Nacionalsocialista, este proceso habría de culminar con la propiedad comunitaria de los medios de producción, lo cual implicaba, la extirpación definitiva del parasitismo burgués capitalista, y la consecuente desaparición del proletariado como clase económica. De esta manera, el proletario, mero asalariado, subesclavo de la empresa capitalista del régimen burgués, ascendía al rango de productor de la empresa comunitaria del Orden Social Natural (2).

Para aquellos que, por desconocimiento o por mala fe o por ambas cosas a la vez, le niegan al Nacionalsocialismo su esencia y carácter revolucionario, que una revolución no consiste simplemente en un cambio de estructuras ni en un golpe de estado. Se trata, pues, del restablecimiento del Orden Social Natural mediante la restauración del Estado en sus funciones comunitarias.

En conformidad con los principios rectores de la ciencia política, el nacionalsocialismo restauró al Estado en sus funciones específicas al convertirlo en órgano unitario de mando y de síntesis de todas las fuerzas operantes del cuerpo social, y restableció, el Orden Natural, al estructurar orgánicamente a la comunidad, conforme a sus exigencias históricas y funcionales.

En lo económico social, razones de orden táctico, también exigían proceder por etapas. En efecto, Alemania en vías de reconstrucción y ante la amenaza latente de guerra por parte de sus enemigos tradicionales y eventuales, debía mantener no sólo un alto nivel de producción, sino también, la unidad del frente interno, lo cual hubiese sido imposible de lograr, con los conflictos sociales que los cambios radicales producen. Como podemos observar, se trató de evitar los peligros de una revolución brutal en la estructura económica, en tanto las circunstancias políticas no lo permitiesen.
No obstante, el régimen: a) concretó la creación y federación de empresas comunitarias (3) b) eliminó el chantaje (4) capitalista que el patronato ejercía; c) exigió de las corporaciones constituidas por la conjunción de la asociación patronal y del sindicato obrero de una misma rama de la producción el respeto del plan económico comunitario y el mantenimiento de la paz social; d) retuvo en forma de impuestos la plusvalía, hasta entonces acaparada por los capitalistas, y la utiliza con miras al bien común, particularmente en favor de los trabajadores menos favorecidos con relación a los demás estamentos de la población.

Los detentadores del capital pierden su poderío, y ven sus utilidades reducidas al legítimo interés de su dinero; e) los jefes de empresa en lugar de seguir siendo los apoderados de los dueños de los instrumentos de la producción, recuperan su autoridad natural, al mismo tiempo que su papel de productores; f) los trabajadores participan en las decisiones que les incumben y fiscalizan las condiciones de trabajo; g) la plusvalía va a la comunidad y no a los bolsillos del burgués; h) la producción es regulada en función de las necesidades reales del consumo y no del lucro, o sea, de la renta del capital;
A los pocos meses de asumir el poder, la política económica Nacionalsocialista comienza a transformar el panorama sombrío que ofrecía Alemania, sometida por el tratado de Versalles. El número de desocupados se reduce en menos de un año, en un 54% aumenta el índice general de la producción; se eleva notoriamente el nivel de vida; se reducen las importaciones, se desarrolla la industria...
Como podemos observar, la revolución Nacionalsocialista, no fue la "reacción del capitalismo en crisis" sino la causa de la crisis del capitalismo. Esta es la razón por la que los dos tentáculos de éste, el capitalismo liberal individualista, y el capitalismo marxista, dirigidos por la Internacional Aurea, demostrando una vez más sus comunes orígenes, se coaligaron para aniquilar un régimen cuyas estructuras socioeconómicas, no permitían el ejercicio del poder político del dinero. La abolición de la esclavitud del interés, uno de los conceptos medulares de la doctrina Nacionalsocialista, se convierte en el antídoto del veneno judío. La usura, fuente de vida del capitalismo, razón de ser del hebreo, asistía a su propio funeral (5): las estructuras patológicas de la plutocracia, eran arrasadas. La onda expansiva del Nuevo Orden Revolucionario, surgido de la síntesis entre el Nacionalismo y el Socialismo, se propagaba por los pueblos de Europa, en tanto que las demoplutocracias reaccionarias veían peligrar su reinado.


Título Primero

ECONOMIA Y COSMOVISIÓN

"La decadencia y el renacimiento de un pueblo no dependen de un programa económico malo o bueno, sino de la debilidad o consistencia de la cosmovisión que ese pueblo sostiene" (Hitler)

A

LA ESENCIA DE LA ECONOMIA Y DE LA POLITICA ECONOMICA


I. La economía es, para el nacionalismo, un objetivo querido y procurado en función de fines más elevados, un sistema de medios dirigidos a un fin.
Esta definición se explica así:

1) La economía es un medio para lograr un fin, nunca un fin en sí mismo.
Al individuo se le pregunta: ¿para qué está bien alimentado? ¿para qué posee buena situación?. Nuestra respuesta es: para el cumplimiento de una misión política, para la constitución y estructuración del estado.

2) La vida económica está moralmente ligada y es expresión de la vida anímica.
Con la metodología de la investigación científica económica del presente, no se puede aprender el nuevo concepto de la economía, pues lo económico no es una cuestión de causas puramente racionales, ni de efectos de la naturaleza puramente económica, muy por el contrario, a la economía pertenecen también todos los valores de la nacionalidad.

A la actividad económica concierne también el desarrollo de todas las fuerzas morales y anímicas de la nación.

Lo económico está, por otra parte, determinado por lo irracional. Lo económico no es una actividad ajena a la vida espiritual y anímica del pueblo, sino que este campo de la actividad humana está indisolublemente unido a la total e indivisible vida del pueblo.

3) La economía es servicio a la comunidad.

La economía es la voluntad y la acción creadora de los miembros de una comunidad forjada en una unidad en libre subordinación, bajo el pensamiento rector de servicio a la totalidad del pueblo, con el fin de conformar y estructurar el Estado (Schilitter). La vida económica, como toda la vida humana, solamente es posible en comunidad. Toda comunidad puede solamente vivir y desarrollarse, si dentro de la comunidad cada miembro está consustanciado con el espíritu y sacrificio, es decir, si cada compatriota se incorpora a la comunidad para los otros y no se allega desde el comienzo con el espíritu de reivindicación.

II. La política económica representa una doctrina del servicio, del valor y de la energía, que saca sus fuerzas de la conciencia de la íntima unión de la sangre, del común destino del pueblo y de la forma política de estructurarse el Estado (Buchnr). La Política económica es correctamente conducida, por lo tanto, si las medidas estatales coinciden, sostienen y fortalecen los valores de la nacionalidad. No se trata, entonces, de que la economía procure ventajas a los individuos, no se trata, en ningún caso, de colocar en primer lugar, la mejor y más barata provisión de bienes materiales, sino que están decididamente en la primer línea, los valores del pueblo y la salvaguardia de la independencia y del valor nacional.

La nueva política económica, en consecuencia, nunca debe considerar la rentabilidad inmediata (así, por ejemplo en una medida destinada a crear trabajo), sino que debe ocuparse a largo plazo, por el bienestar del pueblo por generaciones. Debe custodiar, como lo ha expresado Federico Lizt, "el desarrollo de las fuerzas productivas".

III. La economía no es una creación de existencia independiente, que pueda ser considerada y regida en forma aislada, sino que está económicamente ligada a la concepción del Estado y del mundo del nacionalsocialismo. Para entender la doctrina económica del nacionalsocialismo (concepción orgánica de la economía) por lo tanto, es necesario en principio, explicar las ideas fundamentales de la cosmovisión del nacionalsocialismo.
 

B

LA cosmovisión DEL LIBERALISMO Y DEL MARXISMO


Dado que la cosmovisión del nacionalsocialismo está en abierta oposición con la del liberalismo y la del marxismo, cabe bosquejar brevemente la esencia de ambas corrientes, para que se conozca por qué razones son rechazados el liberalismo y el marxismo.

1 - LIBERALISMO E INDIVIDUALISMO

El individualismo pospone totalmente el Estado, la comunidad y la economía al individuo; y ve en él la medida de todas las cosas. En el campo de la vida económica aparece el individualismo como liberalismo y afirma que el ser individual necesita la total libertad para su desarrollo.

l. El punto histórico de partida está en las corrientes intelectuales de los Siglos XVII y  XVIII.
Estas corrientes se caracterizan por los descubrimientos, el progreso de experimentación en las ciencias naturales; por el relegamiento de la metafísica; el aflojamiento de los lazos religiosos; disolución de los vínculos profesionales que en la edad media ligaban a los hombres; por el espíritu de las luces y por el derecho natural. Las doctrinas de aquellos tiempos se llaman:

1) Filosofía de las luces: en oposición al oscurantismo medieval.
2) Racionalismo: porque están fundadas en la razón. Se quiso llegar al dominio de la naturaleza y del mundo, el Estado y la Sociedad, por el pensamiento puro.
3) Derecho natural: en cuanto sostiene que el hombre está investido de derechos  inalienables, desde su nacimiento.
4) Individualismo: porque el hombre es el punto de partida de toda consideración.
5) Liberalismo: en cuanto sostiene que, la libertad del individuo despojado de toda ligadura, conduce al mejor desarrollo de la vida social y económica.

El consecuente desarrollo del individualismo debió conducir a la falsa democracia, en oposición a la soberanía popular nacionalsocialista.

II. El liberalismo y el individualismo encontraron su desarrollo socialfilosófico y socioeconómico en las teorías de la fisiocracia y en las teorías de la escuela inglesa clásica de la economía política (Adam Smith, Ricardo).

De acuerdo con estas teorías, la exaltación del bien privado como norma, debía conducir, supuestamente, al mejor y más armónico desarrollo de la sociedad. Se quiso liberar la economía de todas las ataduras y tutelas mercantilistas, y se aceptó que, de la libre actividad del hombre, habría de nacer un nuevo mundo organizado, capaz de hacer feliz a todos los hombres. Esta concepción podría haber sido válida y hubiese tenido tal vez sentido ético en épocas pasadas, en la que solamente existía la pequeña industria y en la cual una libre y total concurrencia de artesanos de igual poder económico y social, podría haber conducido, a la selección de los mejores. Los representantes originarios del liberalismo no pudieron prever de ningún modo, lo que las siguientes generaciones extraerían de sus teorías y el desarrollo de la técnica en los siglos venideros. De la libertad se llegó al libertinaje. La técnica y el desarrollo del capitalismo han conducido a la desigualdad social y a la desnaturalización del poderío social.

"La economía capitalista se originó en un espíritu que subordina todo medio, técnica y economía, capital y trabajo, al servicio de los objetivos del dinero"  (F. Lawaczek). El derrumbamiento económico desmesurado, la crisis económica mundial, es en gran parte, sólo una consecuencia de una economía totalmente libre, que carece de toda técnica, de todo pensamiento, de toda conducción. (Gottfried Feder).

III. La culpa del individualismo reside en que sus teorías, que tenían originariamente sentido ético -pero sólo originariamente - influyen nocivamente en la vida social, del tiempo presente y pasado.
Los oponentes al individualismo, sobre todo el profesor vienés Spann han señalado reiteradamente los perjuicios culturales, económicos, así como los concernientes a la concepción jurídica y política del Estado.

La concepción del Estado del individualismo se apoya en los partidos. En los partidos, las personas, que el individualismo ha atomizado, son sumadas a la mayoría y comienza la patológica realidad del número y del azar. La responsabilidad es relegada, y el Gobierno se convierte rápidamente en una masa de funcionarios autómatas. Los gobernantes no se sienten más como verdaderos conductores, sino como exponentes de un grupo de poder (Grimme) que, como lo expresó en su tiempo el líder socialista Wells, "prefieren errar con la masa antes que sostener el derecho contra ellas". La oposición de todas las fuerzas en la representación popular, tiene por consecuencia, de múltiples maneras, la nulidad total de la capacidad de acción, como lo hemos experimentado en los años transcurridos. La persona que por obra del liberalismo había sido sacada de su estamento social, no se sintió más como miembro de una totalidad mayor.

El liberalismo condujo a una sobrevaloración de la economía. Los valores económicos son considerados como los mas altos, y dignos del mayor esfuerzo. El éxito económico llega a ser determinante para la apreciación del hombre. El "homo economicus" de la escuela clásica, que los clásicos mismos habían concebido inicialmente sólo como una abstracción, como un medio de pensamiento y de conocimiento, de pensamientos y sentimientos universales, y nunca como el hombre ligado al suelo y a la sangre, llegó a ser realidad, y se consideró principalmente a la economía, como el campo mas importante del ser humano. Se acuñó la siniestra frase: "la economía es nuestro destino".

La consecuencia de esta posición espiritual y económica fue una concepción del mundo, de la cual surgió, que la suprema finalidad en la vida del hombre, es la mas completa como posible satisfacción de las necesidades. Contra tal ideología ha emprendido el nacionalismo la más dura lucha.

2 - EL MARXISMO

"El marxismo representa el intento mas perfeccionado del judío por eliminar, en todos los campos de la vida humana, la suprema importancia de la personalidad, a fin de  sustituirla por el número de la masa." (Hitler).

El pensamiento económico liberal, en especial la teoría de un Ricardo, ha dado los fundamentos para el nacimiento del marxismo y del comunismo.

I. Las siguientes teorías de Marx (Mordochai) son culpables, ante todo, del materialismo y de la lucha de clases.

1. El materialismo filosófico. Según él, todo ser es materia y la manera de existir de la materia es la contradicción dialéctica. El pensamiento mundial es nada mas que el reflejo del mundo material. Verdades abstractas y principalmente verdades absolutas y eternas deben ser rechazadas.

2. La concepción materialista de la historia.

La historia de una época no deriva de la religión, de la filosofía, o de la política, sino de lo económico, es decir, de la actividad económica. Los más importantes principios de la concepción materialista de la historia son:

A) Las relaciones materiales, económicas, determinan la historia de los pueblos.

Sobre el fundamento de esas relaciones materiales, se erige la llamada superestructura de la sociedad; en ella se cuentan: la religión, el derecho, la moral, la política, la cultura, la ciencia, etc. El ámbito total de la cultura es, según ello, inequívocamente determinado por la economía.

B) La historia hasta el presente, toda la vida social, es la historia de la lucha de  clases.  El progreso se realiza solamente por la lucha de una clase contra otra.  En la vida económica no se encuentran compatriotas, sino expoliados y expoliadores.

II. El nacionalismo ha marcado duramente, en primer término, los daños morales del marxismo, cuyas deplorables consecuencias fueron:

1. La decadencia cultural a causa del materialismo.
El materialismo histórico es la más grande, general y desgraciada consecuencia del marxismo. Es propiamente el veneno cultural que el marxismo ha inyectado en el espíritu de la época moderna (Spann). El marxismo ha sometido al espíritu, destruido la bondad, y excitado los mas bajos instintos del pueblo. (Banger).

2. La disgregación del pueblo por la lucha de las clases.
Empresarios y trabajadores se consideran enemigos y no como miembros de un pueblo. Uno llama al otro apátrida y este responde perro capitalista (Ley).
Hoy la desconfianza ha sido superada y los trabajadores alemanes son organizados en el frente alemán del trabajo e incorporados a la comunidad.
Una gran parte de las fuerzas del trabajo, fue alejada de la patria por el marxismo. En Alemania fue particularmente perjudicial la fe en la internacional. Por las razones anteriormente expuestas debió, el nacionalsocialismo fijarse como objetivo, desarraigar al marxismo. Sin embargo, el marxismo no pudo matar el alma del pueblo alemán; sólo ha herido temporariamente sus fuerzas vivas, que ahora retoman a su pleno desarrollo y realidad por el nacionalsocialismo.

C

LA CONCEPCION DEL MUNDO DEL NACIONALSOCIALISMO

1 - LOS FUNDAMENTOS DEL NACIONALSOCIALISMO


I. El nacionalsocialismo no es en primer lugar un programa teórico o racionalmente representable, sino un movimiento genuinamente nacional; el movimiento de la libertad alemana, impulsado por primigenias fuerzas populares y raciales.

1. El movimiento no puede ser entendido separado de sus líderes vivientes e  históricos, particularmente de la personalidad de Adolfo Hitler.
Hombres de carne y hueso estimulados por las dificultades, con la finalidad de realizar lo querido por la naturaleza, sostienen el movimiento. Ellos son guiados por la natural intuición certera, en la acción, voluntad, y decisión, y no por una posición racional fijada inequívocamente, o una opinión o teoría preconcebida.
Esta cosmovisión nacional debe ser diferenciada esencialmente de la marxista, en cuanto reconoce no sólo el valor de la raza sino también, consecuentemente la importancia de la personalidad, fijando con ello los pilares fundamentales de su estructura total.

2. El nacionalsocialismo resulta difícilmente representable y comprensible en términos literarios y racionales.
El nacionalsocialismo acude principalmente al instinto nacional del alemán. Los símbolos (la cruz swastica, la forma del saludo), son con su penetrante evidencia, de mucho mas efecto que todos los fundamentos de la razón.
En la simbólica frase de Moeller Van der Bruck: "el Tercer Reich" estaba encerrado desde años al anhelo del joven nacionalismo. La superintelectualizada ciencia debe resignarse ante fenómenos que no pueden definirse en su esencia racional.

"El movimiento se conoce recién cuando uno se adhiere a él" (Horst Wagenführ).

3. El programa del movimiento Nacionalsocialista ha sido expuesto por Adolfo  Hitler, el 24-II-1920.
En el comienzo del programa está la frase: "el programa del NSDAP es un programa a realizar en el tiempo". Esto se complementa con las palabras: los líderes prometen luchar por la realización de los puntos preestablecidos, sin consideración alguna por el sacrificio de sus vidas.

A) El programa contiene 25 tesis, que en parte representan fines lejanos. Las tesis serán citadas en cuanto sean de naturaleza político-económica, en lo que sigue, en el lugar correspondiente.

B) Las tesis han sido comentadas por Godofredo Feder, el pragmático del Partido, actualmente Secretario de Estado en el Ministerio de Economía del Reich.

Sobre G. Feder y el Programa, dijo Adolfo Hitler lo siguiente:

"La tarea del teórico no consiste en establecer los distintos grados de realización de un asunto, sino establecer el asunto como tal: o sea, que debe preocuparse menos por el camino que por la meta. Por esto, lo decisivo es la validez de principios de una idea y no la dificultad de su realización.
"Sus exposiciones fueron, en todas las cuestiones fundamentales, tan exactas, que los mismos críticos, desde el principio, discuten no tanto la validez teórica de las ideas, sino más bien ponen en tela de juicio la posibilidad práctica de su realización. Así, lo que era una debilidad de las explicaciones de Feder, en el concepto de otros, en el mío, constituía su fortaleza"
.

4. El nacionalsocialismo es más que un partido o dogma en el sentido originario de la palabra; es un principio revolucionario creador, un movimiento fluido y de realizaciones fluidas, una fuerza primaria que todo abarca e informa.

Las fuerzas verdaderamente creadoras que informan todo el ámbito de la vida, son las fuerzas del entusiasmo.

A) Las fuerzas del entusiasmo no son ajenas al espíritu, como los intelectuales siempre suponen, sino que, por más caóticas e informes que sean, son una disposición elemental del espíritu, que puede ser fácilmente formada y dirigida.

B) La revolución espiritual y anímica abarca, necesariamente todo el ámbito de la vida. Esto significa un cambio en la totalidad de nuestro pensamiento cultural y sentimientos. La superación de la penuria alemana es la tarea, y en ella deben colaborar de la misma manera la cultura, la economía, la política, la enseñanza, la ciencia, etc. En el curso del tiempo, cuando la revolución espiritual y anímica haya finalizado completamente existirá el peligro de que el nacionalsocialismo desemboque más en la forma, el reglamento y la racionalidad.

La verdadera creación estará en la juventud revolucionaria.

II. El movimiento nacionalsocialista extrae sus fuerzas de lo ancestral, de la conciencia de la sangre y de la nacionalidad, de la raza y de la intuición.

1. La cuestión racial es la médula del nacionalsocialismo. En la raza está prefor-mada la totalidad, la inexorable homogeneidad de un grupo humano; con la toma de conciencia de la raza está para nosotros solucionado el problema del devenir del pueblo y de la constitución del Estado. Los vínculos de sangre fundan una comunidad profunda, como ningún pensamiento puede hacerlo.
"Todas las grandes culturas del pasado han sucumbido porque la raza creadora originaria murió por la bastardización de la sangre"

2. El instinto abre el tesoro y el seno materno de todas las fuerzas fértiles y creadoras. Aquí reside la causa de toda fuerza revolucionaria, y con ello, el alumbramiento de la historia. Se debe observar no obstante:

A) La intuición sin una idea informante es ciega. El impulso instintivo significa en sí mismo solamente afirmación y elevación de la vida. Por eso el nacimiento de bienes culturales necesita la información y sugestión de una gran idea.

B) La intuición es, empero, el presupuesto esencial de la disposición para aceptar la  idea formativa.
En un gran número de intelectuales alemanes faltaba este presupuesto. Ellos estaban intelectualmente bien instruidos y formados, pero carecían de la intuición. Por eso, no pudieron muchos de ellos comprender la gran idea del nacionalsocialismo. "Los sabihondos son enemigos de los hechos, lo que nosotros precisamos es instinto y voluntad." (Hitler).

III. Nacionalsocialismo significa la síntesis del nacionalismo y del socialismo. Esto delimita bien el nombre, la esencia, el contenido, la dirección y el sentido del movimiento.

1. Socialismo significa el ensamblamiento del individuo en la comunidad. Por eso es el nacionalsocialismo la forma alemana del socialismo, pues cada pueblo tiene su propio socialismo. (Moeller Van der Bruck).

El individuo llega a ser, de este modo, un miembro consciente de una elevada comunidad, del pueblo alemán. Él es responsable frente a la totalidad del pueblo alemán, ante su conciencia y con toda su voluntad y su acción.

"El socialismo del Tercer Reich es exactamente lo opuesto, a lo que el marxismo ha caracterizado como socialismo".

"Todo pensamiento nacional auténtico es al fin y al cabo de carácter social, es decir, que es un socialista quien está dispuesto a darse totalmente a su pueblo, en tal forma que no conoce realmente un fin mas elevado que el logro del bienestar de ese pueblo; quien ha comprendido nuestro gran himno, "Alemania, Alemania por sobre todo", tanto que nada está por encima de esta Alemania, pueblo y patria, patria y pueblo." (A. Hitler).

"Nosotros no entendemos por socialismo un sentimiento de caridad. Para nosotros no se trata de autorizar hospitales para enfermos o inválidos, o construir manicomios, para ocultar a los ojos del pueblo las víctimas de un desvarío económico. Para nosotros se trata mas bien de erigir un orden económico que haga superfluas esas víctimas. Por eso no parte de la compasión ni de la misericordia, no reparte limosnas ni habla de sumergidos sociales, sino que da derechos y reconoce reclamaciones. No espera el agradecimiento de quien ha recibido un derecho". (Dr. Goebbels, 14-12-33).

2. El nacionalsocialismo creará nuevamente para la totalidad del pueblo alemán -no  para una clase - un espacio vital libre para su desarrollo y poderío.

Este socialismo nacional contiene como nota esencial, el rechazo de la internacional y del liberalismo, el retorno a la tradición, la reinstalación de la autoridad, la comunidad como punto de partida fundamental para la consideración total de la vida. La sociedad, la economía y el derecho serán estructurados según los principios de la justicia social. Una enérgica política externa procurará la realización de todas las exigencias en el exterior.

A) El sentido del nacionalsocialismo no puede definirse mejor que con las  palabras de Rosemberg y Moller Van der Bruck:

"El N.S.D.A.P. es nacional con el ímpetu total de una nueva experiencia de antigua y oculta esencia, socialista en el reconocimiento de que los que colaboran en la creación y construcción del estado no pueden recibir una limosna social en el mejor de los casos, sino que el Estado como tal, tiene el deber de preocuparse de todo lo que sus miembros puedan necesitar" (Rosemberg)
.
"En todo caso, creemos que el socialismo alemán, del que hablamos, debe situar su problema en un plano distinto al marxismo; allí donde sea resuelto no para una clase sino para la nación y por la nación misma". (Moller Van der Bruck).

B) Desde el punto de vista económico procura el nacionalsocialismo una economía  que cubra las necesidades.

"Las satisfacción de las necesidades es la función de la economía, no la rentabilidad, que hoy, es lo únicamente decisivo para la producción de bienes". (Feder).

El nacionalsocialismo, es primero un hecho y luego una teoría; primero una fe y después un conocimiento; primero una intuición y luego un sistema teórico aprehendible por la razón. "Todo hacer perfecto es exactamente desconocido". (N Nietzsche).

Fuerza por la Alegría



Fuerza por la Alegría o en alemán Kraft durch Freude (KdF), fue una organización recreativa en tiempos del Tercer Reich, parte del Frente del Trabajo Alemán, sindicato unificado dependiente del Estado nacionalsocialista. Concebida como medio para promocionar las virtudes del nacionalsocialismo, pronto se convirtió en el tour operador más grande del mundo en los años de 1930 y la década siguiente.

La organización defendía el principio de crear una "Volksgemeinschaft nacionalsocialista" y "el perfeccionamiento y refinamiento del pueblo alemán". Buscaba conseguir tal objetivo organizando programas de ocio estrictamente estructurados. Robert Ley, uno de los fundadores de la KdF, citaba a Hitler: "Deseo que a cada trabajador se le conceda un periodo de vacaciones suficiente y que todo sea dispuesto de tal manera que su tiempo libre sea realmente de ocio. Deseo esto porque quiero un pueblo con determinación y nervios de acero, pues la única manera de hacer grande la política es teniendo un pueblo que mantiene los nervios."

Otro objetivo menos ideológico era impulsar la economía alemana estimulando la industria del turismo y sacarla de la depresión de los años 20. La KdF tuvo bastante éxito en este aspecto hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial. En 1934, más de dos millones de alemanes habían participado en algún viaje de la KdF; hacia 1939 el número era oficialmente de alrededor de 25 millones.

A partir de 1933 la KdF ofrecía alternativas de ocio asequibles, como conciertos, excursiones de un día y vacaciones. Algunas embarcaciones de gran tamaño, como el Transatlántico Wilhelm Gustloff, fueron construidas específicamente para los cruceros organizados por la KdF. La KdF pretendía minimizar la diferencia entre clases sociales ofreciendo al pueblo llano actividades de ocio propias de la clase media.

Inspirada en la organización de la Italia fascista Dopolavoro ("después del trabajo"), pero extendiendo también su influencia al ámbito laboral, la KdF amplió rápidamente su abanico de actividades y creció vertiginosamente para convertirse una de las organizaciones más grandes del Tercer Reich. Las estadísticas oficiales mostraban que en 1934, 2,3 millones de personas se habían beneficiado de las vacaciones organizadas por la KdF. En 1938, este número había crecido a 10,3 millones. En 1939 la KdF tenía más de 7.000 empleados a sueldo y más de 135.000 voluntarios, organizados en divisiones por áreas temáticas como deportes, educación o turismo, con supervisores en cada fábrica y taller con más de 20 trabajadores.

Los nacionalsocialistas también intentaron atraer el turismo extranjero. Esta tarea era responsabilidad de Hermann Esser, un secretario del Ministerio de Propaganda. Se editó una serie de panfletos a todo color y en varios idiomas titulada Deutschland, que mostraba Alemania como una nación pacífica.

La KdF también consiguió poner en marcha la fabricación de un coche a un precio popular, el KdF-Wagen, que posteriormente se haría famoso con el nombre de Volkswagen Escarabajo. La KdF recibió en 1939 la Copa Olímpica, galardón otorgado por el Comité Olímpico Internacional. Después de 1939, debido al comienzo de la Segunda Guerra Mundial algunos proyectos no llegaron a completarse, como fue el caso del balneario de Prora.



Hans Frank, Consejero Juridico y Gobernador General de Polonia:


"El gran éxito, económico y social de Hitler radicaba en la política interior. A partir del 30 de enero de 1933 se ponia fin decididamente a cualquier forma de lucha de clases, fiebre de huelgas, paros, lock-out, disminucion de la produccion, clausura de fabricas, las luchas callejeras, las competencias economicas, las campañas de prensa y el desprestigio nacional.

La figura de Hitler irrumpió en la escena como el salvador que iluminaba las conciencias de todos, y esto incluso para la mayoría de sus enemigos. Con la obra social "Fuerza por la Alegria", Hitler introdujo una nueva cultura del tiempo libre y de las vacaciones en el corazon del mundo laboral. Cada trabajador tenia acceso al disfrute de unas actividades artísticas, sociales y deportivas, mediante la aportacion de unas cantidades verdaderamente irrisorias.

Hasta entonces tales actividades había sido inaccesibles para él. ¿Cuándo se le había presentado al obrero la ocasión de hacer un crucero en enormes buques, con sus familias a Madeira, Italia u otros lugares? Todo esto fue posible gracias a Hitler. Aquello era como la acción de un guerrero o de un forjador, el martillo y la forja, actuación y obra, un continuo llevar y traer, un sistemático crear y valorar... día y noche.

La canción del trabajo aleman resonaba con una felicidad nueva por un país en paz. ¿Cuándo volverá a repetirse? Me viene las lágrimas a los ojos cuando recuerdo a Hitler de entonces que iba de un lugar de trabajo a otro, enderezando, alentando, entusiasmando... y surgen ante mi vista repentinamente las imágenes de la Alemania actual y la situación de nuestro pueblo: en estas circunstancias el pensamiento de la muerte me resulta tan fácil, tan suave, tan liberador... Sobre este primer plano creador se nimba de luz cegadora aquel éxito fascinante, que contempló el pueblo, que contempló el mundo de tantas manera."